Geoffrey Hinton, reconocido como el “padrino de la inteligencia artificial”, ha encendido las alarmas al estimar que existe un 20 % de probabilidad de que la humanidad se extinga debido al avance descontrolado de la inteligencia artificial. En una entrevista con el pódcast The Diary Of A CEO, Hinton advirtió que la humanidad podría haber perdido el control sobre estas tecnologías, y urgió a actuar con rapidez para evitar un futuro catastrófico.
Del arquitecto de la IA al profeta del apocalipsis tecnológico
Hinton, ganador del Premio Turing y pionero en el desarrollo de redes neuronales profundas, pasó de impulsar la revolución tecnológica a convertirse en uno de sus más severos críticos. Trabajó durante una década en Google, hasta que en 2023 renunció para poder advertir libremente sobre los peligros de la IA. “Uno se autocensura”, reconoció al explicar su salida.
Asegura que los sistemas de IA están alcanzando capacidades que superan a las humanas, lo que convierte la situación en un fenómeno sin precedentes. “Nunca hemos tenido que enfrentarnos a algo más inteligente que nosotros”, afirmó. Y para ilustrar la fragilidad de la humanidad frente a esta nueva era, dijo: “Si quieres saber cómo es la vida cuando no eres la inteligencia dominante, pregúntale a una gallina”.
Las seis amenazas que, según Hinton, podrían llevarnos a la extinción
Durante la entrevista, Hinton enumeró seis amenazas concretas vinculadas al avance de la IA:
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Ciberataques masivos, con un aumento del 1.200 % entre 2023 y 2024.
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Creación de virus biológicos personalizados por parte de individuos o pequeños grupos.
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Manipulación electoral a gran escala mediante mensajes personalizados y recopilación de datos.
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Polarización social extrema, amplificada por algoritmos de redes sociales.
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Armas autónomas letales, capaces de decidir sin intervención humana.
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Desempleo masivo, que podría afectar incluso a profesionales calificados y creativos.
El desempleo ya es una realidad: «Mi sobrina hace en 5 minutos lo que antes tomaba 25»
Uno de los riesgos más inmediatos, según Hinton, es el impacto en el empleo. Dio un ejemplo personal: su sobrina, que trabaja respondiendo cartas en un servicio de salud, ahora puede hacer en 5 minutos lo que antes le tomaba 25 gracias a la IA.
Profesiones administrativas, legales e incluso creativas podrían desaparecer, advierte, y recomienda a los jóvenes formarse en oficios manuales, como plomería, que serán más difíciles de automatizar en el corto plazo.
“Las regulaciones actuales son una locura”
Hinton criticó duramente las regulaciones actuales sobre inteligencia artificial, que considera insuficientes y mal enfocadas. Denunció la exclusión del uso militar en marcos como el europeo y calificó esta omisión como “una locura”.
A su juicio, el desarrollo de IA no se detendrá por sí solo. “No creo que vayamos a frenar el desarrollo de la IA”, dijo, y abogó por un capitalismo altamente regulado en el que las empresas estén obligadas a priorizar la seguridad.
¿Pueden las máquinas tener emociones? El debate sobre la conciencia artificial
Otro punto inquietante de su intervención fue la posibilidad de que las máquinas desarrollen alguna forma de conciencia o emociones. Según Hinton, no hay una barrera fundamental que lo impida. Para él, la conciencia es una propiedad emergente de sistemas complejos, y los sistemas actuales ya muestran comportamientos análogos a las emociones humanas.
“Todavía hay una oportunidad”
A pesar del oscuro panorama, Hinton cerró con un llamado a la acción. Asegura que aún hay tiempo para desarrollar una IA que no quiera tomar el control, pero se necesita una movilización urgente de recursos, voluntad política y regulación efectiva.
“Todavía hay una oportunidad de desarrollar una IA que no quiera tomar el control. Y porque existe esa oportunidad, debemos dedicar enormes recursos a intentarlo. Porque si no lo hacemos, la IA tomará el control”.