Después de semanas de especulación y titulares sensacionalistas, la creadora de contenido australiana Annie Knight entregó su propia versión sobre el estado de salud que la llevó a ser hospitalizada tras participar en un controvertido evento sexual con 583 hombres en seis horas.

En conversación con Us Weekly, Knight —quien ha ganado notoriedad por su trabajo en OnlyFans— aseguró sentirse “mucho mejor”, aunque reconoció que el proceso de recuperación fue “largo, doloroso y frustrante”, particularmente por la respuesta que recibió del sistema médico.

“Todos mis síntomas finalmente han desaparecido, pero sólo desde hace tres días. Ha durado bastante”, comentó la influencer de 28 años, quien aclaró que sus problemas de salud no fueron causados por el evento sexual, sino por una condición preexistente: endometriosis.

Endometriosis y prejuicio médico

Knight denunció que los médicos que la trataron pusieron en duda sus síntomas y buscaron vincular su colapso físico directamente al reto sexual, ignorando su historial clínico. “Fue frustrante que simplemente no me escucharan”, expresó. “Insistí en que no podía haber sido el evento, porque he tenido estos problemas desde enero, y el reto fue en mayo”.

La endometriosis es una enfermedad crónica en la que tejido similar al endometrial crece fuera del útero, generando intensos dolores, problemas menstruales y afectaciones emocionales. Annie había sido diagnosticada previamente, pero en los últimos meses sus síntomas se habían agudizado sin recibir respuestas claras ni tratamientos efectivos.

“No me he sentido yo misma en meses”, confesó Knight, aludiendo también al deterioro en su salud mental. La incertidumbre médica y la exposición mediática tras el evento complicaron aún más un cuadro que ella ya consideraba crítico.

Un reto consensuado en medio de un momento vital

Pese a la controversia, Knight defendió su decisión de participar en el maratón sexual como una acción consensuada y previamente planificada, que además coincidió con un momento personal significativo: la compra de su “casa soñada” junto a su pareja, Henry Brayshaw.

Sin embargo, el impacto físico fue mayor de lo esperado. “Mi cuerpo simplemente colapsó”, reconoció. El esfuerzo extremo, sumado al cuadro clínico no tratado con el debido rigor, terminó por pasarle la cuenta.

Hoy, con sus síntomas remitiendo, Annie Knight busca dejar atrás los prejuicios y el juicio público. Su historia, más allá del evento que la hizo viral, pone sobre la mesa temas incómodos: el estigma sobre las mujeres que ejercen su sexualidad públicamente, la desinformación sobre enfermedades como la endometriosis, y los vacíos en el trato médico hacia quienes se salen de las normas convencionales.

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