La confirmación de la participación de Gabriel Boric en la próxima Cumbre de los Líderes de los BRICS, que se celebrará en Brasil a partir del 6 de julio, ha generado una ola de críticas tanto desde la oposición como desde sectores del oficialismo.

Uno de los primeros en reaccionar fue el candidato presidencial José Antonio Kast, quien calificó la decisión como “inoportuna”. Según el líder del Partido Republicano, “es absolutamente fuera de la realidad de lo que Chile requiere participar en esa reunión, donde participan países que violan sistemáticamente los derechos humanos”. Añadió además que esta participación “no nos ayuda a alinearnos con nuestros principales socios comerciales”.

En la misma línea, el diputado y presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, advirtió que “participar activamente en el BRICS es una mala señal para el mundo”, y que podría “afectar los intereses de Chile”. Para Ramírez, “no parece sensato sentarse en esta mesa”.

Desde sectores del oficialismo también surgieron cuestionamientos. El diputado Jaime Mulet (FRVS) sostuvo que “no estamos en condiciones” para asistir a dicha instancia. Aunque dijo “respetar la decisión del Presidente”, expresó que “hubiera actuado con más cautela”.

Por su parte, el senador socialista Juan Luis Castro afirmó que “los conflictos en Oriente Medio son de tal nivel de inflamación que todo lo que haga Chile debe ser extremadamente prudente”. En ese sentido, señaló que “abrazar a uno u otro es un boomerang”, y calificó la participación como “inconveniente” debido a los vínculos de Rusia y China con Irán. “Por favor, no nos vayamos a meter en las patas de los caballos”, concluyó.

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