Tom Cruise acaba de coronar su leyenda como stuntman extremo con un Récord Guinness inédito en Hollywood: protagonizar el «salto en paracaídas con más quemaduras realizado por un individuo» para Misión: Imposible – La sentencia final.
Así se forjó la hazaña:
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Salto infernal: 16 veces se lanzó desde un helicóptero a 2.275 metros en Drakensberg (Sudáfrica), con un paracaídas principal empapado en combustible e inflamado, mientras usaba otro de reserva para sobrevivir.
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Precisión mortal: Según explicó Cruise a su equipo antes del primer salto: «Si [el paracaídas] se tuerce mientras arde, voy a girar y arder. Tengo 10 segundos para corregirlo».
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Técnica calculada: El riesgo requería escapar de torsiones letales tras activar las llamas en pleno vuelo, capturado en un video promocional que revela su frialdad operativa.
Contexto de locura controlada:
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Esta secuencia se suma a otras proezas autorealizadas en la película: una batalla submarina y un combate aéreo con biplanos que «quedará para la historia».
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Refuerza su filosofía: Cruise realiza personalmente escenas que ningún A-lister intenta, convirtiendo el riesgo en sello de la saga.
Por qué es un hito:
✔️ Primer actor en lograr esta categoría de Guinness (específica por quemaduras controladas).
✔️ Sin dobles ni efectos digitales: el fuego y la caída son reales.
✔️ Culminación de 30 años desafiando la muerte en pantalla.
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