Chile es considerado uno de los países con más reportes documentados de fenómenos aéreos no identificados (FANIs). De hecho, es uno de los pocos del mundo con una entidad oficial dedicada a su estudio: el Comité para el Estudio de Fenómenos Aéreos Anómalos (CEFAA), dependiente de la Dirección General de Aeronáutica Civil.
A lo largo de las décadas, han existido múltiples casos con testigos militares, pilotos comerciales y ciudadanos que han alimentado el debate sobre la posibilidad de vida extraterrestre o tecnologías desconocidas.
1. Caso Collahuasi (2013)
Uno de los más sólidos a nivel internacional. En abril de 2013, trabajadores de la minera Collahuasi, a más de 4.000 metros de altura en la Región de Tarapacá, divisaron un objeto metálico, plano y de forma ovalada, que flotó durante más de dos horas. El objeto fue fotografiado por varios testigos y los registros fueron enviados al CEFAA, que concluyó tras una extensa investigación que se trató de un «objeto volador no identificado», sin explicación aeronáutica o meteorológica.
2. Avistamiento del helicóptero de la Armada (2014)
Un caso grabado en video por personal militar. El 7 de noviembre de 2014, una tripulación de la Armada de Chile a bordo de un helicóptero Airbus Cougar divisó un objeto volador con características no convencionales mientras patrullaban entre San Antonio y Quintero. El objeto fue captado con una cámara infrarroja, se movía horizontalmente y emitía una extraña descarga. Tras dos años de análisis, el CEFAA confirmó que no se trataba de un avión ni de un dron conocido y lo catalogó como un OVNI.
3. Caso Cabo Valdés (1977)
El relato más famoso de abducción en Chile. Durante una patrulla militar en el altiplano chileno, el cabo Armando Valdés desapareció misteriosamente por varios minutos tras acercarse a una luz brillante. Al regresar, presentaba signos de desorientación, su reloj había avanzado inexplicablemente y su barba había crecido. Aunque Valdés desmintió años después que haya sido abducido, el caso sigue siendo uno de los relatos más icónicos de la ufología chilena.
4. Avistamiento masivo sobre Santiago (1985)
Miles de personas observaron el fenómeno. El 17 de agosto de 1985, un objeto luminoso y estático fue visible por más de seis horas sobre la Cordillera de los Andes, desde distintas ciudades como Santiago, Valparaíso y Viña del Mar. El fenómeno fue tan notorio que incluso fue transmitido por televisión abierta en el programa Sábados Gigantes. A pesar de la cantidad de registros, nunca se dio una explicación oficial clara.
5. “Roswell chileno” en Paihuano (1998)
Un supuesto objeto cayó del cielo. En la Región de Coquimbo, vecinos de Paihuano reportaron la caída de un objeto brillante. A las pocas horas, el área fue acordonada por militares y, según testigos, camiones del Ejército retiraron algo desde el cerro Las Mollacas. No hubo confirmación oficial, pero el caso sigue siendo uno de los más enigmáticos del país y ha sido objeto de reportajes y documentales.
Chile, líder en investigación oficial de OVNIs
Desde 1997, el CEFAA ha analizado decenas de casos en cooperación con expertos en aeronáutica, meteorología y astrofísica. De todos los informes recibidos, alrededor del 3 % han sido clasificados como fenómenos sin explicación conocida, es decir, auténticos OVNIs.
Conclusión
Con testimonios creíbles, registros visuales y respaldo oficial, Chile se ha consolidado como un referente en la investigación de fenómenos aéreos anómalos.
El interés por los OVNIs en el país continúa vigente, y cada nuevo caso reaviva la eterna pregunta: ¿Estamos solos en el universo?
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