Cada año, la Tierra se embarca en un viaje alrededor del Sol, no en un círculo perfecto, sino en una órbita elíptica. Esta trayectoria ovalada implica que, en ciertos momentos, nuestro planeta se encuentra más cerca del Sol, y en otros, se aleja hasta su punto máximo.

Ese momento de máxima distancia se conoce como afelio, un evento astronómico anual que nos invita a reflexionar sobre la compleja mecánica del sistema solar y las leyes que gobiernan el movimiento de los cuerpos celestes.

¿En qué consiste el afelio?

La órbita de la Tierra es una elipse, lo que significa que la distancia al Sol varía a lo largo del año. En el afelio, la Tierra alcanza su máxima distancia respecto al Sol.

En 2025, este fenómeno ocurrirá el jueves 3 de julio, cuando nuestro planeta se ubicará a aproximadamente 152.087.738 kilómetros del Sol.

¿Por qué la Tierra se mueve más lento en el afelio?

La razón se encuentra en la Segunda Ley de Kepler, también conocida como la «Ley de las Áreas», que establece que «la línea que conecta un planeta con el Sol barre áreas iguales en tiempos iguales».

Para que esto se cumpla, la velocidad orbital de la Tierra debe variar. Cuando está más lejos del Sol, la línea que la une al astro rey debe cubrir un área más ancha, y para ello, debe reducir su velocidad.

En el afelio, la Tierra se mueve alrededor de 7.000 km/h más lento que su velocidad media, lo que representa una disminución de aproximadamente 1 km/s respecto a su velocidad en el perihelio (cuando está más cerca del Sol).

¿Qué consecuencias tiene este fenómeno?

A pesar de lo que podría parecer, esta variación en la distancia y velocidad no tiene efectos significativos en el clima.

Las estaciones del año no dependen de la distancia al Sol, sino de la inclinación del eje terrestre. Por eso, aunque en el afelio la Tierra esté más lejos del Sol, en el hemisferio norte es verano, ya que la inclinación hace que los rayos solares lleguen de forma más directa. En cambio, en el hemisferio sur es invierno.

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