La presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, se refirió este jueves al preocupante panorama del mercado laboral chileno, marcado por el reciente aumento en la tasa de desempleo a 8,9% en el trimestre móvil marzo-mayo, con una desocupación femenina superior al 10%.

Durante un seminario organizado por Coopeuch, en el que presentó el Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio, Costa fue consultada sobre la situación del empleo en el país. En su diagnóstico, advirtió que el crecimiento del empleo «se ha ido debilitando».

«La tasa de desempleo está en la parte alta de un rango de lo que uno podría llamar una tasa de desempleo de referencia para las condiciones actuales de la economía», señaló la economista, añadiendo que el mercado laboral muestra al menos tres elementos clave en su evolución actual.

Rezago en sectores productivos clave

El primero, explicó, tiene que ver con el desempeño desigual entre sectores productivos:

«La economía se ha balanceado, pero tiene rezagos en algunos sectores importantes para el empleo, como la construcción, particularmente el sector habitacional, que presenta un rezago con incidencia directa en el empleo».

Cambios estructurales y demográficos

El segundo elemento apunta a cambios estructurales en la fuerza laboral, que podrían ser transitorios pero que merecen mayor análisis. Costa recordó un estudio del Banco Central sobre personas mayores de 50 años durante la pandemia:

«Cuando uno está mucho tiempo fuera de la fuerza de trabajo cuesta volver, y ese costo es mayor con la edad«, explicó.

También mencionó el impacto de cambios de política laboral, que podrían estar afectando tanto a jóvenes como a adultos mayores, y modificaciones en las formas de consumo y producción:

«El comercio se ha ido adaptando a nuevas formas de compra, y hay elementos que debemos entender mejor por el lado de la oferta y la demanda de trabajo».

Ajustes por presiones de costo

Finalmente, Costa apuntó a presiones de costo sistemáticas que afectan a las empresas:

«Tenemos un mercado laboral que se ha ido ajustando a presiones de costo. Aunque son graduales, deben ser absorbidas, en parte, por aumentos de productividad«.

«Esos tres elementos están presentes, e inciden en magnitudes distintas«, concluyó la presidenta del instituto emisor.

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