En un contexto de creciente interés global por los fenómenos aéreos no identificados (UAPs/OVNIs), varios países han establecido protocolos formales, oficinas dedicadas e incluso leyes específicas para gestionar, investigar y responder a estos eventos. Desde informes militares desclasificados hasta observatorios científicos especializados, el fenómeno OVNI ha dejado de ser un tema marginal para convertirse en una cuestión institucional en distintas partes del mundo.

Estados Unidos: el líder global en protocolos y transparencia

El Departamento de Defensa creó en 2022 la Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios (AARO), que reemplazó programas anteriores como el AATIP. Esta unidad centraliza el estudio de fenómenos no identificados en aire, mar, tierra y espacio.

Además:

  • Publican informes anuales sobre UAPs al Congreso.

  • Colaboran con NASA, CIA y NORAD.

  • Cuentan con canales para denuncias ciudadanas y de pilotos.

Francia: ciencia al mando

Desde 1977, el GEIPAN, dependiente de la agencia espacial CNES, investiga los OVNIs bajo un enfoque científico y estadístico. Se destaca por:

  • Publicar todos sus casos investigados en línea.

  • Tener protocolos civiles y militares para el reporte de fenómenos aéreos.

  • Evaluar la verosimilitud, riesgo y origen posible de los UAPs.

Japón: protocolo militar activo

En 2020, el Ministerio de Defensa japonés ordenó a sus Fuerzas de Autodefensa:

  • Grabar y reportar todos los avistamientos.

  • Almacenar evidencia visual.

  • Cooperar con organismos internacionales como EE. UU. y Francia.

En 2024, un grupo parlamentario multicolor inició el primer debate legislativo sobre el fenómeno UAP.

Canadá: ciencia y defensa en conjunto

Canadá creó el programa Sky Canada en 2023, liderado por su principal consejero científico. El proyecto busca:

  • Recolectar e interpretar evidencia de UAPs.

  • Coordinar esfuerzos con el ejército y aviación civil.

  • Publicar informes anuales abiertos al público.

Además, colabora estrechamente con Estados Unidos a través de NORAD.

Uruguay: pionero sudamericano

El país cuenta desde 1979 con la Comisión Receptora e Investigadora de Denuncias de Objetos Voladores No Identificados (CRIDOVNI), dependiente de la Fuerza Aérea.

Su enfoque incluye:

  • Recepción de denuncias civiles y militares.

  • Publicación de informes y conclusiones.

  • Cooperación con otros países de América Latina.

También destacan…

  • 🇧🇷 Brasil: mantiene documentos OVNI desclasificados desde los años 60.

  • 🇨🇱 Chile: cuenta con el CEFAA, organismo dependiente de la DGAC.

  • 🇦🇷 Argentina: sus fuerzas armadas gestionan reportes desde los años 60.

  • 🇬🇧 Reino Unido: aunque cerró su oficina OVNI en 2009, ha liberado más de 10.000 archivos históricos.

  • 🇦🇺 Australia: posee archivos oficiales sobre avistamientos desde 1950.

¿Por qué importa esto?

Los OVNIs, o fenómenos aéreos no identificados, ya no se abordan como una cuestión de ciencia ficción, sino como potenciales amenazas a la seguridad aérea o nacional, y también como fenómenos físicos aún no comprendidos.

Por eso, los países mejor preparados han:

  • Estandarizado protocolos de reporte para pilotos y ciudadanos.

  • Establecido oficinas oficiales para analizar los eventos.

  • Fomentado la cooperación internacional y la transparencia pública.

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