Con un rugido ensordecedor y una ovación teñida de nostalgia, Oasis volvió a los escenarios tras 16 años de separación. Así arrancó la gira Oasis Live 25 en el Principality Stadium de Cardiff, frente a más de 70.000 fanáticos que colmaron el recinto en una noche que combinó clásicos atemporales, emoción genuina y el ácido sarcasmo característico de los hermanos Gallagher.

El inicio del show fue una declaración simbólica. Un montaje audiovisual repasó décadas de titulares sobre los conflictos entre Liam y Noel, hasta culminar con una frase en pantalla que selló el tono del reencuentro: “Los cañones se han silenciado”. Instantes después, los primeros acordes de “Hello” hicieron vibrar el estadio mientras Liam entonaba: “It’s good to be back”. Según reseñó Associated Press, no pudo haber una mejor elección para abrir un concierto tan cargado de significado.

Durante dos horas, Oasis ofreció un recorrido sonoro por su repertorio más emblemático, centrado especialmente en sus dos primeros discos: Definitely Maybe (1994) y (What’s the Story) Morning Glory? (1995). El público coreó cada canción como si el tiempo no hubiera pasado, transformando temas como “Wonderwall”, “Champagne Supernova”, “Don’t Look Back in Anger” y “Live Forever” en verdaderos momentos de comunión colectiva.

Este último, convertido en uno de los puntos más conmovedores de la noche, cerró un espectáculo que no solo marcó el regreso de una banda legendaria, sino también el de una conexión que, pese a los años de distanciamiento, nunca se rompió del todo.

  • Esta noticia fue redactada utilizando los adelantos técnicos propios de este sitio web. Se acepta cualquier reproducción en otro medio, ojalá citando la fuente:www.eldiariodesantiago.cl

/gap