Una secuencia registrada el pasado 5 de julio por el astrónomo Mario Rana, vinculado a la NASA, ha revelado lo que podría ser un impacto reciente en Saturno, un fenómeno extremadamente raro y de alto valor científico.

El registro muestra un resplandor fugaz sobre la superficie visible del planeta, específicamente en el borde izquierdo del disco de Saturno, observado entre las 09:00 y 09:15 horas UTC. La señal fue visible durante apenas unos segundos, pero aparece en varias imágenes consecutivas, lo que ha motivado una rápida respuesta por parte del Planetary Virtual Observatory and Laboratory (PVOL).

Una oportunidad científica única

Dado que Saturno es un gigante gaseoso compuesto principalmente por hidrógeno y helio, no conserva marcas duraderas tras los impactos, a diferencia de planetas rocosos como la Tierra o Marte. Por ello, la detección visual directa de una colisión es extremadamente difícil y, si se confirma, el destello captado por Rana sería la primera observación directa de un impacto en el planeta.

Las tasas actuales de impactos por partículas pequeñas en Saturno son similares a las de la Tierra”, señaló en 2013 Linda Spilker, científica del proyecto Cassini en el Jet Propulsion Laboratory (JPL). La misión Cassini también reveló alteraciones en los anillos del planeta, interpretadas como evidencia de colisiones pasadas.

Una investigación previa publicada en arXiv estimó que los impactos de grandes dimensiones en Saturno ocurren aproximadamente una vez cada 3.000 años. Sin embargo, cuerpos más pequeños impactan con mayor frecuencia, aunque suelen pasar desapercibidos por su baja energía visual o corta duración.

Llamado global a colaborar

El PVOL ha emitido un llamado internacional a todos los observadores que hayan grabado a Saturno durante ese intervalo de tiempo, para que envíen sus registros al astrónomo Marc Delcroix, quien lidera la recopilación de datos.

Cuantas más grabaciones coincidan en la detección del destello, mayores serán las posibilidades de confirmar el impacto”, señalaron desde la organización.

El objetivo de esta colaboración es determinar con mayor precisión la naturaleza del objeto que pudo haber colisionado, así como evaluar los posibles efectos en la atmósfera de Saturno.

La comunidad científica —tanto profesional como amateur— se ha movilizado ante esta rara oportunidad de observar un fenómeno astronómico en tiempo real, que podría mejorar los modelos actuales sobre la dinámica de impactos en los planetas exteriores del sistema solar.

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