Kanye West no pisará Europa este verano. El Rubicon Festival, que iba a realizarse entre el 18 y el 20 de julio en Bratislava (Eslovaquia), ha sido cancelado por completo, arrastrado por la controversia en torno a la participación del rapero estadounidense. La decisión fue comunicada oficialmente por la organización, tras la retirada masiva de patrocinadores, artistas invitados y ante una creciente presión mediática y social.

West, ganador de 24 premios Grammy, se ha convertido en una figura cada vez más marginada dentro de la industria musical. Su deriva ideológica —marcada por comentarios antisemitas y manifestaciones públicas de simpatía hacia el nazismo— ha generado una reacción de rechazo sostenido en buena parte del sector.

El momento clave llegó el pasado 8 de mayo con el lanzamiento de “Heil Hitler”, una canción que incluye un discurso auténtico de Adolf Hitler y referencias elogiosas al dictador. La publicación no fue inocente: coincidió con el 80.º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa. La pieza fue rápidamente prohibida en Alemania por incitación al odio y retirada de plataformas como YouTube y Spotify, pero se viralizó en redes sociales, profundizando el aislamiento del artista.

“Queríamos traer a una gran estrella, pero el coste era demasiado alto”, admitió Robert Miklos, productor del festival, en declaraciones a medios locales. “No fue una decisión fácil”, agregó, confirmando que la presencia de West terminó por hacer inviable la realización del evento.

La cancelación del Rubicon Festival confirma un fenómeno en expansión: la industria del entretenimiento empieza a establecer límites concretos frente a discursos que cruzan las fronteras de la provocación artística hacia el terreno del extremismo ideológico.

  • Esta noticia fue redactada utilizando los adelantos técnicos propios de este sitio web. Se acepta cualquier reproducción en otro medio, ojalá citando la fuente:www.eldiariodesantiago.cl

/gap