La posibilidad de una invasión extraterrestre ha sido por décadas tema de ciencia ficción, alimentando películas, novelas y teorías conspirativas. Sin embargo, en los últimos años, la creciente apertura de agencias espaciales y gobiernos en torno al fenómeno OVNI —ahora denominado fenómeno aéreo no identificado (FANI)— ha impulsado un debate más serio sobre la posibilidad de contacto con civilizaciones no humanas, e incluso sobre escenarios hostiles.
Aunque no existe evidencia concreta de una civilización alienígena hostil, algunos científicos y estrategas han comenzado a estudiar escenarios hipotéticos de invasión con el objetivo de prepararse para cualquier tipo de eventualidad interestelar.
El debate se reactiva con nuevos informes y declaraciones oficiales
En los últimos años, organismos como el Pentágono y la NASA han desclasificado y divulgado informes sobre avistamientos de objetos que desafían las leyes físicas conocidas, reavivando la discusión pública y científica. En 2023, el Congreso de EE. UU. celebró audiencias abiertas sobre fenómenos no identificados, donde se reconoció que algunos de estos objetos no pueden explicarse por tecnología humana conocida.
Ante estos datos, algunos investigadores como Avi Loeb, astrofísico de la Universidad de Harvard, han sugerido que ciertos objetos interestelares, como ‘Oumuamua, podrían ser sondas tecnológicas enviadas por civilizaciones avanzadas. Si bien no se trata de evidencia de una invasión, la posibilidad de que existan civilizaciones observándonos no puede descartarse del todo.
¿Es real el riesgo de una invasión alienígena?
Según la mayoría de los astrobiólogos y expertos en SETI (Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre), una invasión alienígena al estilo de Hollywood es extremadamente improbable. Las razones principales son:
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Las distancias interestelares son inmensas, lo que haría cualquier viaje interestelar una empresa de siglos o milenios.
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Una civilización capaz de viajar hasta la Tierra probablemente estaría tecnológicamente muy avanzada y, por tanto, podría haber superado la necesidad de conquistar otros mundos.
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Desde el punto de vista evolutivo y energético, extraer recursos de un planeta habitado sería ineficiente comparado con obtenerlos de cuerpos celestes sin vida como asteroides.
El físico teórico Michio Kaku ha declarado en múltiples ocasiones que si los extraterrestres tienen la capacidad de visitarnos, probablemente no tendrían interés en nosotros desde un punto de vista militar, sino quizás científico o observacional.
Pero… ¿y si sucede? Escenarios teóricos y preparación militar
A pesar de la improbabilidad, algunos gobiernos han considerado escenarios de defensa planetaria ante amenazas no humanas. Documentos internos del Departamento de Defensa de EE. UU. y ejercicios militares de ficción han explorado respuestas estratégicas ante una posible amenaza de origen desconocido.
Además, existen proyectos como «Planetary Defense Coordination Office» de la NASA, orientados principalmente a detectar objetos potencialmente peligrosos (como asteroides), pero que podrían adaptarse en caso de una amenaza inesperada de origen artificial.
Incluso algunos exmilitares y denunciantes, como David Grusch, han declarado públicamente en 2023 que existe un programa secreto de recuperación de tecnología no humana, lo que ha generado aún más especulaciones sobre el contacto con seres extraterrestres.
Conclusión: entre la ciencia, la especulación y la preparación
La posibilidad de una invasión extraterrestre sigue siendo altamente especulativa y sin base científica directa. Sin embargo, la apertura creciente hacia el estudio serio del fenómeno OVNI ha impulsado investigaciones más rigurosas y la creación de protocolos ante lo desconocido.
Por ahora, no hay razón para alarmarse, pero los científicos coinciden en que la vigilancia y el estudio de lo desconocido deben continuar con seriedad, no desde el miedo, sino desde el deseo de comprensión.
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