Una jornada cargada de emociones se vivió en Mundos Opuestos durante una dinámica liderada por Sergio Lagos, en la que los participantes expresaron sus vivencias más personales a través del arte. El ejercicio, que propuso compartir momentos íntimos con el grupo, derivó en una instancia de profunda conexión emocional entre los concursantes.
Entre los testimonios más impactantes estuvo la confesión de Joche Bibbó, quien habló de su adicción a las drogas en la adolescencia; la ausencia paterna en la vida de Princeso; y el secuestro sufrido por José Pablo. Tras los relatos, el grupo se fundió en un abrazo colectivo. “Qué manera de llorar con todos”, expresó Cata, reflejando el nivel de sensibilidad que se vivió.
Uno de los más afectados fue Luis Jiménez, quien debió retirarse momentáneamente para recomponerse. En conversación con Cata, profundizó en su proceso personal: “Cada historia la llevé a mi situación o empatizaba con el resto (…) Para mí, mi mayor éxito en la vida era mi familia. Y ver que todo eso se desmorona…”.
El exfutbolista reconoció el impacto que su separación ha tenido en sus hijas y en su rol como padre: “Siento que yo como papá les fallé, porque sí o sí han sufrido en estos dos años que llevamos peleando, discutiendo o separados”.
Con lágrimas, Jiménez abordó su vínculo con su exesposa, Coté López: “Hice lo posible por volver con ella, pero lamentablemente no se dio. Porque me gusta ella, es muy partner, todo lo que logré como deportista fue teniéndola a ella al lado”.
Finalmente, compartió una reflexión íntima sobre el amor y el futuro: “Sé que ella es, fue y será la mujer de mi vida. Y pienso en cómo voy a llegar a ese nivel de amor con otra persona, si no voy a tener más hijos ni a formar otra familia. Tengo 40 y ya no voy a alcanzar a volver a formar una familia como la que tenía”.