El debate sobre si el Pentágono oculta información sobre vida extraterrestre ha resurgido con fuerza en los últimos años, impulsado por revelaciones oficiales, filtraciones de inteligencia y testimonios de exfuncionarios del gobierno de Estados Unidos. Lo que antes era considerado material exclusivo para teorías conspirativas, hoy forma parte de audiencias en el Congreso, reportes del Departamento de Defensa y declaraciones juradas de pilotos militares.
Del secretismo a la divulgación parcial
Durante décadas, el gobierno estadounidense negó sistemáticamente la existencia de evidencia sobre fenómenos aéreos no identificados (UAP, por sus siglas en inglés). Sin embargo, la narrativa cambió drásticamente en 2020, cuando el Pentágono reconoció públicamente la autenticidad de tres videos captados por pilotos de la Marina que mostraban objetos voladores con maniobras imposibles para la tecnología humana conocida.
Posteriormente, en 2021, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI) publicó un informe preliminar que admitía la existencia de más de 140 incidentes sin explicación clara, aunque sin confirmar su origen extraterrestre. Estos documentos fueron seguidos por la creación de una oficina oficial dentro del Pentágono, la AARO (All-domain Anomaly Resolution Office), destinada exclusivamente al análisis de estos fenómenos.
Testimonios que agitan el escepticismo
El punto más polémico llegó en 2023, cuando David Grusch, un exfuncionario de inteligencia con acceso a programas clasificados, declaró bajo juramento ante el Congreso de EE. UU. que el gobierno posee naves “no humanas” recuperadas y, en algunos casos, restos biológicos de origen desconocido.
“No estamos solos. El gobierno ha ocultado pruebas durante décadas”, afirmó Grusch, quien aseguró haber recibido testimonios creíbles de colegas y oficiales con conocimiento directo de programas de recuperación de tecnología no humana.
A pesar de la falta de pruebas públicas que respalden completamente sus afirmaciones, su testimonio fue considerado suficientemente creíble como para ser escuchado en una audiencia oficial, lo que elevó aún más la controversia.
¿Qué está ocultando el Pentágono?
Las teorías más difundidas sugieren que el Pentágono, junto con empresas contratistas y agencias de defensa, habría mantenido programas secretos de ingeniería inversa para estudiar la tecnología de supuestas naves recuperadas. Esta idea ha sido reforzada por declaraciones de exmilitares y analistas que afirman que la compartimentación extrema de la información impide que incluso altos funcionarios tengan acceso total al conocimiento disponible.
Si bien el gobierno niega la existencia de evidencia concluyente sobre extraterrestres, también ha evitado pronunciamientos definitivos que descarten dicha posibilidad. En palabras del Dr. Sean Kirkpatrick, exdirector de AARO:
“No hemos encontrado pruebas directas de vida extraterrestre, pero tampoco podemos explicar todos los casos con los datos actuales.”
La presión del Congreso y la opinión pública
Actualmente, el Congreso de EE. UU. exige mayor transparencia y acceso a la información clasificada. Varios legisladores han impulsado proyectos de ley que obligarían al Pentágono a desclasificar documentos sobre UAP y revelar cualquier programa relacionado con tecnología no humana que haya sido ocultado al control del Congreso.
Además, la opinión pública ha cambiado notablemente. Encuestas recientes muestran que más del 60 % de los estadounidenses creen que el gobierno oculta información sobre vida extraterrestre, una cifra en aumento desde que comenzaron las revelaciones oficiales.
¿Verdad, encubrimiento o confusión deliberada?
El misterio sigue sin resolverse. Aunque se han dado pasos hacia una mayor apertura, muchos críticos afirman que la información clave sigue oculta bajo capas de secretismo militar y burocracia. La posibilidad de que el Pentágono o sus contratistas privados tengan conocimiento avanzado sobre inteligencia no humana sigue siendo un tema sensible y altamente clasificado.
Mientras tanto, la comunidad científica, los medios de comunicación y la ciudadanía observan con creciente interés. La gran pregunta persiste:
¿Está el gobierno de Estados Unidos —y particularmente el Pentágono— ocultando pruebas concluyentes de vida extraterrestre?
Hasta que no se presenten evidencias claras y verificables, la respuesta seguirá alimentando especulaciones… y expectativas cósmicas.
/psg