Una sorprendente investigación publicada recientemente en el portal científico Universe Today y respaldada por datos de los proyectos internacionales DES (Dark Energy Survey) y DESI (Dark Energy Spectroscopic Instrument), plantea un escenario radicalmente distinto al aceptado hasta ahora sobre el destino del universo. Un equipo internacional de físicos ha propuesto que la expansión cósmica no será eterna: el universo dejaría de expandirse y comenzaría a contraerse, culminando en una eventual ‘Gran Contracción’ o Big Crunch.
De la expansión infinita al colapso universal
Durante décadas, la teoría dominante sostenía que el universo seguiría expandiéndose indefinidamente, impulsado por una fuerza enigmática conocida como energía oscura. Esta forma de energía, descubierta en los años 90, parecía actuar como una fuerza constante que aceleraba la expansión del cosmos.
Sin embargo, este nuevo estudio propone una perspectiva distinta: la energía oscura no sería constante, sino dinámica, lo que implicaría que su influencia puede disminuir con el tiempo. Según este modelo, la expansión podría ralentizarse, detenerse e incluso invertirse.
“Estamos ante un cambio de paradigma en la cosmología”, afirman los autores del estudio, quienes han publicado sus hallazgos en el servidor de preimpresiones arXiv.
Un retroceso cósmico en el horizonte
De acuerdo con los cálculos de los investigadores, el universo alcanzará su punto máximo de expansión dentro de aproximadamente 7.000 millones de años, creciendo hasta llegar al 69 % más de su tamaño actual. A partir de ese momento, comenzará una fase de contracción progresiva.
Esta contracción se extendería por miles de millones de años hasta culminar en una implosión cósmica: el universo colapsaría sobre sí mismo, regresando a un punto denso y extremadamente caliente, en un evento similar —pero inverso— al Big Bang.
El ciclo completo de expansión y contracción, según el modelo, durará 33.300 millones de años. Teniendo en cuenta que el universo actual tiene 13.800 millones de años, faltan unos 19.500 millones de años para que esta gran contracción tenga lugar.
El regreso al principio: un Big Crunch
Este posible desenlace cósmico, conocido como Big Crunch, ha sido considerado teóricamente durante décadas, pero nunca había sido sustentado por una predicción concreta basada en datos observacionales.
Si se confirma, el universo terminaría tal como comenzó: nacido de una gran explosión (Big Bang), y culminando en un gran colapso (Big Crunch).
Tal escenario implica una visión cíclica del cosmos, donde los eventos de expansión y contracción podrían repetirse eternamente, dando origen a un universo nuevo tras cada colapso.
Un logro clave en la comprensión del universo
Este modelo constituye un hito en la cosmología moderna, ya que por primera vez se elabora una predicción específica y comprobable sobre el futuro del universo, a partir de datos reales obtenidos por algunos de los proyectos astrofísicos más avanzados del mundo.
Aunque el evento se sitúe miles de millones de años en el futuro, su estudio tiene implicancias profundas sobre la naturaleza de la energía oscura, la estructura del espacio-tiempo y el destino último de todo lo que existe.
Por ahora, la comunidad científica continúa evaluando los resultados, y futuros datos de DESI y otros observatorios espaciales permitirán verificar o refinar esta audaz teoría. Lo que está claro es que nuestro entendimiento del universo está lejos de estar completo, y cada nuevo hallazgo nos acerca un poco más a comprender su origen… y su final.
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