La salud cardiovascular se ha convertido en una prioridad para millones de personas que desean llevar un estilo de vida saludable y prevenir enfermedades del corazón. Aunque la alimentación balanceada y la actividad física son factores ampliamente reconocidos, las rutinas nocturnas también desempeñan un papel clave en el bienestar general, especialmente en el control de la presión arterial, aunque suelen pasarse por alto.

Instituciones médicas de renombre como la American Heart Association y la Harvard Medical School, citadas por el medio especializado EatingWell, destacan que pequeños cambios antes de dormir pueden tener un gran impacto en la salud del corazón y en la calidad de vida a largo plazo.

A continuación, presentamos cinco hábitos nocturnos recomendados por expertos, respaldados por estudios científicos, junto con consejos prácticos para incorporarlos fácilmente a la rutina diaria.

1. Limitar el consumo de alcohol antes de dormir

Aunque relajarse con una copa por la noche es una práctica común, reducir el consumo de alcohol es esencial para quienes buscan mantener su presión arterial bajo control. Incluso cantidades moderadas pueden interferir con medicamentos antihipertensivos y sobrecargar el sistema cardiovascular.

La American Heart Association recomienda no superar una copa diaria en mujeres y dos en hombres. En su lugar, optar por infusiones sin cafeína, como la manzanilla, o simplemente agua, favorece la hidratación y ayuda a mantener la presión arterial estable.

Asimismo, es fundamental evitar bebidas con cafeína en horas cercanas al sueño, ya que pueden alterar la calidad del descanso.

2. Recordar tomar la medicación antihipertensiva

La regularidad en la toma de medicamentos es crítica para quienes siguen tratamientos contra la hipertensión. Según la Harvard Medical School, omitir una dosis puede aumentar el riesgo de infartos o accidentes cerebrovasculares, al romper el equilibrio del tratamiento.

Para mantener la constancia, se recomienda el uso de alarmas, pastilleros, o colocar los medicamentos en un lugar visible cerca de la cama. Estos recordatorios simples mejoran la adherencia terapéutica y ayudan a mantener la presión bajo control.

3. Practicar atención plena o técnicas de relajación

La gestión del estrés es un componente esencial en el cuidado del corazón. Tanto la American Heart Association como Harvard resaltan que actividades como la meditación, la respiración profunda o el yoga ayudan a reducir el nivel de estrés y a lograr un sueño más reparador.

Según EatingWell, dedicar solo unos minutos cada noche a estas prácticas relaja el cuerpo y la mente, y contribuye a mantener una presión arterial estable. Establecer una rutina constante de relajación puede ser decisivo para mejorar la calidad del descanso y la salud cardiovascular.

4. Evitar bocadillos con alto contenido de sodio

Muchos alimentos nocturnos comunes, como papas fritas o sopas instantáneas, contienen altas cantidades de sodio, lo que dificulta el control de la presión arterial. El exceso de sodio favorece la retención de líquidos y ejerce presión sobre los vasos sanguíneos.

La American Heart Association aconseja optar por alternativas más saludables, como frutos secos sin sal o palomitas de maíz naturales. Hacer elecciones conscientes durante la noche puede ayudar a mantener niveles de presión más estables durante el sueño.

5. Crear un ambiente ideal para dormir

La calidad del sueño tiene una relación directa con la salud del corazón. Tanto Harvard como la American Heart Association coinciden en la necesidad de crear un ambiente nocturno óptimo, que incluya temperatura fresca, oscuridad y comodidad.

EatingWell advierte que la falta de sueño puede elevar sostenidamente la presión arterial, mientras que un entorno adecuado promueve su regulación. Reducir luces y ruidos, elegir un buen colchón y mantener una temperatura agradable en la habitación son medidas clave que favorecen un descanso profundo y reparador.

Un compromiso diario con la salud del corazón

Estos hábitos nocturnos, avalados por entidades científicas de prestigio, forman parte de las recomendaciones internacionales para el control de la presión arterial y la prevención de enfermedades cardiovasculares.

Adoptar estas prácticas no requiere grandes esfuerzos, pero sí constancia. Según EatingWell, cada pequeño ajuste contribuye significativamente a estabilizar la presión arterial, reducir riesgos cardíacos y mejorar el bienestar general.

Incorporarlos en la rutina nocturna puede marcar la diferencia entre un simple descanso y un verdadero acto de cuidado hacia el corazón.

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