El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este martes haber recibido una invitación oficial por parte de su homólogo chino, Xi Jinping, para visitar Beijing. Sin embargo, fue enfático en negar que esté buscando activamente una cumbre bilateral, desmintiendo reportes de la prensa internacional que lo posicionaban como el principal interesado en reunirse con el líder del gigante asiático.

¡No es cierto, no estoy buscando nada! Podría ir a China, pero solo sería por invitación del presidente Xi, que ya me ha sido extendida. De lo contrario, no me interesa!”, escribió Trump en su cuenta de Truth Social, arremetiendo nuevamente contra los medios que considera parte de la “prensa de noticias falsas”.

Un posible encuentro trilateral con Putin y Xi

El diario británico The Times reveló que Xi Jinping estaría considerando celebrar una reunión a tres bandas con Trump y el presidente ruso Vladimir Putin, aprovechando el desfile previsto para septiembre en la Plaza de Tiananmen, en conmemoración del fin de la Segunda Guerra Mundial.

El presidente Putin ya ha confirmado su asistencia al evento, lo que ha elevado las expectativas sobre un posible encuentro diplomático de alto impacto entre los tres líderes, en un contexto de profundas tensiones geopolíticas.

Tregua comercial entre EE.UU. y China

El posible acercamiento entre Trump y Xi ocurre en un momento de distensión parcial entre Washington y Beijing, luego de varios meses marcados por una escalada arancelaria impulsada por la Casa Blanca contra productos y tecnologías chinas.

En las últimas semanas, ambos países acordaron una tregua comercial de 90 días, durante la cual se suspendieron nuevas tarifas y se flexibilizaron restricciones sobre las exportaciones tecnológicas hacia China. Esta pausa en el conflicto ha sido vista como una ventana para reabrir canales de diálogo, aunque Trump insiste en que su postura se mantiene firme.

Clima diplomático tenso

Pese a la invitación oficial de China, Trump ha buscado marcar distancia, insistiendo en que no está desesperado por un acercamiento y que solo considera viajar a China por deferencia a Xi Jinping.

La eventual cumbre —en especial si incluye a Putin— podría representar un giro significativo en el tablero diplomático global, pero por ahora, el presidente estadounidense busca controlar la narrativa y reafirmar que no está actuando bajo presión.

Conclusión:

Mientras se aproxima el desfile de Tiananmen y crecen las especulaciones sobre una cumbre trilateral entre Trump, Xi y Putin, el mandatario estadounidense ha querido dejar claro que cualquier encuentro con Beijing será a su manera y bajo sus condiciones. La invitación está sobre la mesa, pero Trump mantiene el suspenso diplomático.

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