Las autoridades chilenas continúan en máxima alerta tras la errónea liberación del sicario venezolano Alberto Carlos Mejía Hernández, acusado del asesinato de José Reyes Ossa, conocido como el “Rey de Meiggs”, crimen que remeció al comercio informal de Santiago.
De acuerdo con fuentes policiales, Mejía cruzó la frontera hacia Perú poco después de salir del penal Santiago 1 el 10 de julio, y posteriormente habría continuado su fuga hacia Colombia, donde se le sitúa actualmente como su último paradero conocido. La información está siendo investigada por la Policía de Investigaciones (PDI) en coordinación con Interpol, con el objetivo de evitar que el imputado logre cruzar a Venezuela, país donde se teme que quede fuera del alcance de la justicia chilena.
Error judicial permitió su excarcelación
El grave error que permitió su liberación fue producto de un oficio mal emitido desde el Poder Judicial, según un informe de la Corporación Administrativa del Poder Judicial (CAPJ). En él se detalla que un funcionario judicial envió por equivocación un documento que anulaba su prisión preventiva, lo que activó el procedimiento de excarcelación en Gendarmería.
Cabe recordar que Mejía Hernández se encontraba en prisión preventiva bajo una identidad falsa: Osmar Ferrer, lo que complicó aún más el cruce de información entre las instituciones.
Jueza suspendida apunta a Gendarmería
La jueza Irene Rodríguez, quien firmó el documento y fue suspendida tras el incidente, se defendió afirmando que la responsabilidad directa recaía en Gendarmería, por no haber verificado correctamente la orden de ingreso del recluso.
“Nada habría pasado si se hubiese cotejado bien la orden de ingreso”, declaró la magistrada, desatando un cruce de responsabilidades entre el Poder Judicial y Gendarmería.
Investigación por posible negligencia o dolo
El caso está siendo indagado por el Ministerio Público, que busca determinar si hubo dolo o negligencia en el procedimiento que terminó con la excarcelación de uno de los principales sospechosos de un homicidio por encargo.
Mientras tanto, las autoridades han redoblado esfuerzos para ubicar y detener a Mejía, antes de que logre eludir completamente a la justicia chilena, lo que implicaría un duro revés para el sistema judicial y penitenciario.
Temor por posible escape definitivo
Aunque su ubicación exacta no ha sido confirmada oficialmente, todo apunta a que Mejía ya estaría en territorio colombiano, y la prioridad actual es impedir que cruce hacia Venezuela, país con el cual Chile no tiene tratado de extradición vigente.
“Estamos trabajando con todos los canales de cooperación internacional disponibles para evitar que este sujeto quede impune”, señalaron desde la PDI.
La alerta internacional se mantiene activa y cada hora cuenta para evitar que el sicario desaparezca del radar de las autoridades, cerrando una posible vía de justicia para el asesinato de uno de los personajes más influyentes del comercio ilegal de Santiago.
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