La exsecretaria de Estado Hillary Clinton habría aprobado personalmente un plan ideado por su equipo de campaña para vincular falsamente al entonces candidato republicano, Donald Trump, con el gobierno ruso, según documentos de inteligencia recientemente desclasificados y reportados por The New York Post.

El objetivo del plan, según los archivos, era exagerar el complot conocido como «Russiagate», que hacía alusión a la supuesta interferencia del Kremlin en las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos, todo con el fin de desviar la atención del escándalo por el uso de un servidor de correo privado durante su tiempo como secretaria de Estado.

Una operación orquestada desde la campaña de Clinton

El documento señala que Julianne Smith, asesora de política exterior de Clinton (actual embajadora de EE.UU. ante la OTAN), fue la autora intelectual de la estrategia. Esta consistía en magnificar públicamente la idea de que Vladimir Putin apoyaba a Trump, y equiparar esa presunta influencia política con un ataque real a la infraestructura electoral.

Clinton aprobó un plan propuesto por una de sus asesoras de política exterior, Julianne Smith, para difamar a Donald Trump magnificando el escándalo relacionado con la intromisión de los servicios especiales rusos”, señala uno de los documentos desclasificados.

Presunta complicidad de Obama y presión sobre el FBI

Los archivos también indican que el entonces presidente Barack Obama habría estado al tanto del plan y presionó al FBI para detener la investigación sobre el uso del servidor privado de Clinton. Según un memorando de enero de 2016, Obama habría actuado a través de la fiscal general Loretta Lynch para proteger a Clinton, evitando que el escándalo opacara los últimos meses de su mandato.

“Obama no tenía intención de oscurecer el final de su presidencia por el escándalo que rodeaba a la principal contendiente demócrata”, afirma el texto.

Documentos ocultos en la sede del FBI

En paralelo, Fox News reportó que el entonces director del FBI, Kash Patel, descubrió una sala secreta en las instalaciones de la agencia que contenía bolsas para quemar llenas de documentos clasificados relacionados con el origen de la investigación sobre la supuesta colusión entre Trump y Rusia. Según fuentes del medio, la forma en que estos archivos estaban almacenados sugiere una intención de destruir evidencia.

Reacciones desde la Casa Blanca y la comunidad de inteligencia

La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó que esta información “debería ser noticia en todos los medios”, y denunció que “Clinton aprobó y financió un engaño, utilizando al FBI y a la CIA como instrumentos para amplificarlo”.

A su vez, la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, acusó públicamente al expresidente Barack Obama de haber fabricado la narrativa de injerencia rusa para desviar la atención de los fracasos de su Administración. Según Gabbard, existen “pruebas irrefutables” de que Obama dirigió la creación de esta evaluación de inteligencia falsa y denunció penalmente al exmandatario ante la fiscal general Pam Bondi.

  • Esta noticia fue redactada utilizando los adelantos técnicos propios de este sitio web. Se acepta cualquier reproducción en otro medio, ojalá citando la fuente:www.eldiariodesantiago.cl

/psg