Los estafadores digitales han perfeccionado sus métodos para engañar a usuarios desprevenidos a través de las redes sociales. Lo que comienza como una interacción amistosa o romántica puede convertirse rápidamente en una trampa que lleva a la pérdida de dinero o a la exposición de información personal sensible.

Según la Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos, estos fraudes digitales se han convertido en una amenaza creciente para la seguridad de los usuarios en línea.

Cómo operan los estafadores en redes sociales

Los delincuentes digitales crean perfiles falsos cuidadosamente diseñados para parecer reales y confiables. Usan fotos profesionales, publicaciones regulares y una biografía convincente, que a menudo describe una carrera exitosa, viajes frecuentes o historias conmovedoras.

Una vez establecido el contacto, los estafadores evitan hablar de dinero en las primeras etapas. En cambio, su prioridad es romper las barreras de desconfianza mediante interacciones atentas, compartiendo “detalles personales” y mostrando interés genuino. Solo cuando la relación virtual se vuelve más íntima, aparece el verdadero objetivo: el pedido de dinero.

Interacción sospechosa: una relación sin rostro

Una de las señales más claras de alerta es la negativa constante a concretar un encuentro presencial, realizar videollamadas o incluso hablar por teléfono. Los estafadores suelen inventar excusas ligadas a supuestas ocupaciones laborales, misiones militares o problemas médicos para evitar mostrarse realmente.

Otro signo preocupante es la insistencia en mantener la conversación dentro de una única plataforma, sin permitir el intercambio de datos verificables o contacto por otros medios.

Cuando llega el pedido de dinero

El momento clave ocurre cuando el estafador solicita una ayuda económica, generalmente asociada a una emergencia médica, problemas legales o un supuesto viaje para conocerse. Según la FTC, es común que indiquen medios específicos para recibir el dinero, como Western Union o MoneyGram, lo que dificulta el rastreo y la recuperación del monto enviado.

“Es una historia diferente cuando alguien se acerca a ti para ser tu amigo y luego te pide dinero. Ese no es un amigo, es un estafador”, advirtió la FTC.

Señales de alerta a tener en cuenta

Entre los principales indicadores de un perfil falso, se destacan:

  • Fotografías demasiado profesionales o de apariencia genérica.

  • Una biografía que parece sacada de una historia de éxito.

  • Progresión rápida hacia temas personales o confidenciales.

  • Excusas reiteradas para no verse en persona o hacer videollamadas.

  • Peticiones de dinero bajo cualquier pretexto.

Consejo clave: consulta con personas de confianza

La FTC recomienda hablar con amigos o familiares sobre cualquier nueva relación virtual, ya que una visión externa puede ayudar a detectar inconsistencias que la víctima, envuelta emocionalmente, puede pasar por alto.

Cómo protegerse de los perfiles falsos

Para evitar caer en estas trampas, la verificación de identidad es esencial:

  • Busca en internet el nombre del perfil junto con palabras como “estafa” o “scam”.

  • Realiza una búsqueda inversa de imágenes para comprobar si la foto ha sido usada en otros perfiles.

  • No compartas información personal sensible con personas que no conoces en la vida real.

  • Nunca envíes dinero a alguien que no hayas conocido personalmente.

“Si esa persona te pide dinero, por muy amistosa que parezca la relación virtual, probablemente es una estafa”, reitera la FTC.

Reportar siempre es parte de la solución

Ante cualquier sospecha, se recomienda cortar todo contacto de inmediato y reportar el perfil a la red social correspondiente. Denunciar contribuye a prevenir que otros usuarios sean víctimas del mismo engaño.

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