En el escenario, los errores también pueden ser activos. Jennifer Lopez lo demostró con absoluta naturalidad el pasado viernes por la noche en Varsovia, Polonia, durante una presentación de su gira Up All Night: Live in 2025. Frente a miles de personas en el estadio PGE Narodowy, una falda brillante cayó inesperadamente al suelo en plena ovación del público. La reacción de la artista fue inmediata, elegante y estratégica: sonrió, levantó los brazos, giró con gracia y bromeó con desparpajo. El resultado: un accidente convertido en uno de los momentos más virales del show.
“¡Estoy aquí en ropa interior!”, exclamó riendo, mientras un bailarín le devolvía la prenda. “Esto va a estar en todos lados”, añadió con una mezcla de humor y certeza mediática. Más tarde, ante la euforia del público, añadió entre carcajadas: “Estoy feliz de que reforzaran ese vestuario. Y también feliz de que llevaba ropa interior. Normalmente no uso”.
En la era de las redes sociales y la cultura del clip viral, JLo reafirma una lección básica del espectáculo moderno: cada error puede ser transformado en narrativa positiva. Su respuesta espontánea no solo evitó una crisis escénica, sino que fortaleció su imagen como ícono carismático, profesional y humano. La anécdota ya circula en plataformas digitales con millones de reproducciones, reafirmando que —en el pop contemporáneo— los deslices también venden. Y bien.
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