El Kremlin señaló este lunes que una reunión entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo ucraniano, Volodimir Zelensky, «no está excluida», pero condicionó su realización a un trabajo preparatorio previo a nivel técnico y diplomático.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, explicó a medios rusos que «el presidente mismo no descarta la posibilidad de celebrar tal reunión», aunque subrayó que esta sólo sería viable «después de que se haga el trabajo necesario a nivel de expertos y se supere la distancia apropiada». No obstante, admitió que ese trabajo aún no se ha realizado.

La postura del Kremlin mantiene la línea de lo expresado por Putin en marzo pasado, cuando Estados Unidos propuso un alto al fuego de 30 días. En esa oportunidad, el mandatario ruso acogió la idea como “buena y absolutamente apoyada”, pero cuestionó su efectividad, exigiendo antes abordar “una serie de condiciones” como el cumplimiento efectivo del alto al fuego a lo largo de la extensa línea de frente.

Putin insiste en condiciones «sin cambios» y en negociaciones fuera del ojo público

Putin volvió a rechazar un alto al fuego inmediato y sin condiciones, y reiteró el viernes que sus demandas para poner fin a la invasión —que ya se prolonga por casi tres años y medio— siguen “sin cambios”.

“Necesitamos una paz duradera y estable sobre bases sólidas que satisfaga tanto a Rusia como a Ucrania, y que asegure la seguridad de ambos países”, declaró Putin.
“Pero las condiciones [rusas] ciertamente permanecen igual”.

Durante una reunión con el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, el líder ruso elogió las conversaciones previas en Estambul y sostuvo que es necesario avanzar hacia una “paz a largo plazo sin límites de tiempo”. Lukashenko, en un tono provocador, afirmó que “en un mes, mes y medio, dos, los rusos capturarán todo”, a lo que Putin respondió: “Lo recuperaremos, es nuestro”.

Putin también respondió con desdén a las críticas recientes del presidente estadounidense Donald Trump, señalando: “Las decepciones generalmente provienen de expectativas excesivas”, en referencia a la frustración del exmandatario por la falta de avances hacia una tregua.

Además, Putin exigió que las conversaciones de paz se mantengan “no públicas”, pidiendo “discusiones tranquilas y minuciosas sin cámaras y ruido político”. Reveló que Rusia propuso la creación de tres grupos de negociación, y que la reacción inicial de Ucrania fue “positiva”.

“Podríamos conducir tales negociaciones sin cámaras, sin ningún clamor político, y buscar compromisos”, aseguró.

Demandas inamovibles: territorios y OTAN

Entre las principales exigencias de Moscú figura que Ucrania ceda el control de cuatro regiones anexadas por Rusia, algo que Kiev considera inaceptable. Asimismo, Putin insiste en que Ucrania renuncie a su aspiración de unirse a la OTAN, otra línea roja para Moscú.

Expectativa por reunión con emisario de Trump

En paralelo, el Kremlin confirmó que espera conversaciones “importantes, sustanciales y útiles” esta semana con Steve Witkoff, el enviado especial de Donald Trump, quien según el propio expresidente, llegaría a Rusia entre miércoles y jueves para reunirse con Putin.

La visita ocurre en un momento crítico, ya que Trump enfrenta una fecha límite para imponer nuevas sanciones contra Moscú si no hay avances concretos hacia un acuerdo de paz.

Entre las posibles sanciones se contemplan “aranceles secundarios” a socios comerciales de Rusia, como China e India, una medida que podría estrangular aún más la economía rusa, pero con consecuencias potenciales para la estabilidad económica global.

Tensión nuclear: Rusia pide “precaución”

Trump también reveló que ha desplegado dos submarinos nucleares en la región, tras una disputa online con el expresidente ruso Dmitry Medvedev, aunque no aclaró si se trata de unidades con propulsión o armamento nuclear, ni especificó su ubicación.

El Kremlin respondió con cautela a este anuncio, señalando que “Rusia es muy atenta al tema de la no proliferación nuclear” y que “todos deberían ser muy, muy cautelosos con la retórica nuclear”.

Ucrania respalda a Trump

Desde Kiev, el jefe de gabinete del presidente Zelensky, Andriy Yermak, apoyó la postura firme de Trump, escribiendo en redes sociales: “El concepto de paz a través de la fuerza funciona. En el momento en que aparecieron los submarinos nucleares estadounidenses, un borracho ruso —que acababa de estar amenazando con guerra nuclear en X— de repente se quedó callado”.

Contexto: La guerra en Ucrania comenzó en febrero de 2022 con la invasión rusa. Desde entonces, miles de personas han muerto, millones han sido desplazadas, y las negociaciones de paz han tenido pocos avances sustanciales. Las tensiones entre Moscú, Kiev y Occidente siguen escalando, mientras se baraja la posibilidad de una nueva ronda de sanciones económicas o incluso un nuevo impulso diplomático liderado por EE.UU. bajo la presidencia de Trump.

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