En un mundo donde el estrés y las rutinas aceleradas ya afectan la calidad del descanso, la alimentación se ha convertido en un factor determinante para combatir —o empeorar— el insomnio. Diversos estudios científicos han revelado que ciertos alimentos consumidos antes de dormir pueden alterar el ciclo del sueño y dificultar el descanso reparador.

1. Chocolate: una fuente oculta de cafeína

Aunque es considerado un antojo inofensivo, especialmente por la noche, el chocolate contiene cafeína y teobromina, dos estimulantes que activan el sistema nervioso. Estos compuestos pueden elevar la frecuencia cardíaca y mantener el cerebro en estado de alerta, impidiendo conciliar el sueño con facilidad.

2. Café y bebidas energéticas: los obvios enemigos del descanso

No es sorpresa que el café figure entre los principales culpables del insomnio. Sin embargo, muchas personas subestiman la duración del efecto de la cafeína, que puede permanecer activa en el organismo hasta por 8 horas. Bebidas energéticas y algunos tés también contienen altos niveles de cafeína, agravando el problema.

3. Comidas altas en grasas y frituras: pesadez nocturna

Una cena rica en grasas saturadas y frituras puede causar indigestión y reflujo ácido, lo cual interrumpe el sueño. Además, este tipo de alimentos modifican los niveles de melatonina, la hormona encargada de regular el reloj biológico, afectando el inicio y la calidad del descanso.

4. Alimentos muy condimentados o picantes

Platos con chile, curry o especias fuertes pueden elevar la temperatura corporal y causar molestias estomacales. El aumento del metabolismo que provocan estos ingredientes puede dificultar el sueño profundo, además de generar acidez o sudoración nocturna.

5. Bebidas azucaradas y carbohidratos refinados

Los refrescos, jugos industriales y postres ricos en azúcar producen picos de glucosa que, tras una rápida caída, pueden despertar al organismo en mitad de la noche. Asimismo, el exceso de carbohidratos refinados, como pan blanco o galletas, ha sido vinculado con una menor calidad del sueño según investigaciones recientes.

Recomendaciones para mejorar el descanso

Expertos en nutrición y sueño sugieren evitar estos alimentos al menos 3 horas antes de dormir. En su lugar, recomiendan optar por cenas ligeras que incluyan proteínas magras, vegetales y carbohidratos complejos, así como infusiones relajantes como manzanilla o valeriana.

Dormir bien no solo depende del colchón o la rutina nocturna, sino también de lo que se come. Elegir adecuadamente los alimentos puede marcar la diferencia entre una noche de insomnio y un sueño reparador.

/psg