La economía chilena atraviesa una emergencia laboral que el propio gobierno evita reconocer públicamente. El trimestre abril-junio cerró con una tasa de desempleo de 8,9%, marcando 30 meses consecutivos sobre el 8% y dejando a 910 mil personas sin trabajo. Lo más preocupante: en un año, el país creó solo 141 nuevos empleos.

Un golpe en año electoral

La cifra revelada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) pasó casi inadvertida por la cobertura mediática del terremoto en Rusia y las alertas de tsunami en Chile, pero representa un duro golpe a la línea de flotación del Ejecutivo en plena campaña electoral.
Las mujeres registran una desocupación de 9,9% y una tasa de ocupación de 56,4%, 0,5 puntos menos que en 2023.

La respuesta oficial: efecto censo y cambio en la calidad del empleo

El ministro de Hacienda, Mario Marcel, atribuyó el alza a una “base de comparación distorsionada” por la contratación de 25 mil censistas en 2024, destacando que el empleo asalariado creció, mientras se redujo la informalidad y el empleo público cayó en 74 mil cupos.

“Han caído los empleos informales en cerca de 100 mil ocupaciones, mientras que los empleos formales han crecido en cerca de 100 mil también”, sostuvo Marcel, evitando hablar de crisis.

Críticas desde el oficialismo

Incluso desde el equipo económico de la candidata oficialista Jeannette Jara hubo críticas. Luis Eduardo Escobar, asesor de la campaña, calificó la cifra como “un desastre”.
El economista David Bravo acusó al gobierno de “complacencia” y de no haber implementado medidas acordes a la gravedad: “En más de treinta meses, siempre hay explicaciones puntuales… No se ha reconocido el problema en que estamos”.

Un problema que se arrastra

Cuando el gobierno asumió en marzo de 2022, el desempleo era de 7,7%, 1,2 puntos menos que ahora. Además, según registros administrativos, los empleos formales han caído en 90 mil durante esta administración, pese a que el INE reporta un alza de 568 mil según encuestas.

Causas estructurales

Expertos apuntan a un estancamiento de la productividad, un crecimiento económico modesto y medidas que encarecen la contratación formal:

  • Alza del salario mínimo

  • Reducción de la jornada laboral

  • Ley Karin

  • Proyectos como el sueldo vital de $750.000 y la negociación ramal

“Veo un negacionismo del gobierno respecto al deterioro laboral”, advirtió Elisa Cabezón, economista de Pivotes.

Comparación internacional

Entre 2010 y 2019, Chile tuvo un desempleo promedio de 6,9%, similar al 7% de la OCDE. En 2024, el país promedió 8,5%, muy por encima del 4,9% del bloque.
Alejandro Fernández, socio de Gemines, advirtió que además del bajo crecimiento, la economía enfrenta el impacto de la automatización y la inteligencia artificial, que reemplazan tanto trabajos mecánicos como actividades complejas.

Conclusión

El mercado laboral chileno muestra un deterioro persistente y, para los expertos, el Ejecutivo ha reaccionado tarde. La creación de empleo formal no logra absorber a quienes dejan la informalidad ni a los nuevos trabajadores, y las señales indican que la tasa de desempleo estructural seguirá alta si no hay un cambio de estrategia.

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