El ex presidente brasileño Jair Bolsonaro solicitó al Supremo Tribunal Federal (STF) su absolución en el proceso judicial que enfrenta por su presunta participación en un complot golpista destinado a impedir la toma de posesión del actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva, tras su victoria electoral en 2022.

En un documento entregado a la Corte, la defensa del líder ultraderechista alegó que “no existen pruebas” que sustenten los cinco delitos que le imputa la Fiscalía, entre ellos golpe de Estado, abolición violenta del Estado Democrático de Derecho, y asociación criminal armada.

No hay cómo condenar a Jair Bolsonaro con base en las pruebas producidas en los autos”, afirmaron sus abogados en los alegatos finales presentados horas antes del vencimiento del plazo legal. Según el escrito, el ex presidente “determinó la transición de Gobierno, evitó el caos con los camioneros y le dijo a sus electores que el mundo no acabaría el 31 de diciembre”.

La defensa sostiene que las acusaciones se basan en “ilaciones e interpretaciones distorsionadas” de los hechos. También negaron que Bolsonaro haya intentado interrumpir el proceso democrático o frenar la investidura de Lula.

La Fiscalía lo acusa de liderar una trama para anular los comicios

El Ministerio Público Federal sostiene que Bolsonaro, junto a altos mandos militares y funcionarios de su administración, habría encabezado un plan para desconocer el resultado de las elecciones presidenciales. El esquema habría incluido la elaboración de un decreto presidencial que invalidaba los comicios de octubre de 2022 y mantenía al entonces presidente en el poder.

El principal elemento probatorio en contra de Bolsonaro proviene del testimonio del teniente coronel Mauro Cid, su ex edecán, quien admitió haber participado en reuniones dentro del Palacio de Planalto donde se discutió dicho decreto. Además, vinculó a otros colaboradores del ex mandatario.

Ante esto, la defensa solicitó la anulación del acuerdo de cooperación judicial firmado con Cid, que le otorgó beneficios penales a cambio de delatar a los presuntos involucrados.

El ex presidente no practicó ninguna conducta con el objetivo de impedir o dificultar la toma de posesión del entonces presidente electo. Por el contrario, siempre defendió la democracia y el Estado de Derecho”, sostiene el documento de la defensa.

Más de 30 colaboradores procesados junto a Bolsonaro

Además de Bolsonaro, 33 antiguos aliados y funcionarios enfrentan cargos en este mismo proceso. Entre ellos figuran:

  • Walter Braga Netto, general retirado y ex ministro de la Presidencia

  • Augusto Heleno Ribeiro, ex jefe del Gabinete de Seguridad Institucional

  • Paulo Sérgio Nogueira, ex ministro de Defensa

  • Anderson Torres, ex ministro de Justicia

De este grupo, Braga Netto permanece en prisión preventiva, mientras que Bolsonaro cumple arresto domiciliario desde hace dos semanas, por orden del juez Alexandre de Moraes, tras presuntamente violar restricciones impuestas, como la prohibición de enviar mensajes en redes sociales, propias o a través de terceros.

Cierre de la fase de instrucción y juicio en septiembre

La entrega de los alegatos finales por parte de la defensa marca el cierre de la fase de instrucción del proceso, lo que permite al juez instructor convocar la audiencia final del juicio, prevista para septiembre al menos en el caso de Bolsonaro y otros siete acusados clave, considerados parte del llamado “núcleo político” de la supuesta trama golpista.

En julio, la Fiscalía presentó sus propios alegatos finales, solicitando la condena de Bolsonaro y de los principales acusados, al considerar que “existen pruebas suficientes de los delitos que se les imputan”.

Si es hallado culpable, Jair Bolsonaro podría enfrentar una pena de hasta 40 años de prisión.

Un juicio con fuerte impacto político

Este proceso judicial se desarrolla en un clima político tenso, con alta cobertura mediática y atención internacional, debido al potencial impacto que un fallo condenatorio tendría en el futuro político del ex presidente y en el panorama institucional de Brasil.

La figura de Bolsonaro, militar retirado y líder del populismo de derecha en América Latina, continúa generando una profunda división política y social en el país, especialmente tras su derrota electoral y los hechos del 8 de enero de 2023, cuando miles de sus simpatizantes asaltaron las sedes de los tres poderes en Brasilia.

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