Los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de Estados Unidos, Donald Trump, tienen previsto comparecer juntos en una rueda de prensa al término de su esperada cumbre bilateral, que se celebrará este viernes en la base militar Elmendorf-Richardson, ubicada en las afueras de Anchorage.
El anuncio fue realizado este jueves por Yuri Ushakov, asesor presidencial del Kremlin y miembro clave de la delegación rusa que participa en los preparativos del encuentro.
«Los preparativos para la reunión entraron en su fase final; todas las cuestiones se están resolviendo de una manera intensa», declaró Ushakov a medios rusos, confirmando que el clima previo a la cumbre es de alta actividad diplomática.
Ucrania, el tema central de la agenda
Aunque Ushakov subrayó que las conversaciones tendrán también un carácter comercial, reconoció que la guerra en Ucrania será el punto central de la agenda de discusión entre ambos mandatarios.
“La delegación rusa está dispuesta a negociar”, aseguró el asesor, quien además destacó que la cooperación entre Rusia y Estados Unidos “tiene un potencial enorme que aún no ha sido aprovechado”.
La cumbre llega en un contexto de profundas diferencias entre las dos potencias respecto a la hoja de ruta para un posible cese del fuego en Ucrania, con Washington alineado ahora con las condiciones de Kiev y los líderes europeos, y Moscú exigiendo la cesión de territorios ucranianos y el levantamiento de sanciones.
Un marco histórico para una cita geopolítica clave
Ushakov hizo referencia al significado simbólico del lugar donde se desarrollará la cumbre: a pocos kilómetros de la base Elmendorf-Richardson se encuentra un cementerio conmemorativo, donde reposan los restos de nueve aviadores soviéticos, dos soldados estadounidenses y dos civiles, todos fallecidos mientras transferían aviones de combate desde EE.UU. hacia la entonces Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial.
“La reunión se celebrará junto a un importante lugar histórico que evoca la fraternidad combativa de los pueblos de ambos países”, señaló el asesor ruso.
Este simbolismo adquiere especial relevancia en un año clave: 2025 marca el 80.º aniversario de la victoria aliada sobre la Alemania nazi y el militarismo japonés. Para Moscú, esta memoria compartida representa un intento de recordar los lazos históricos que, en otro tiempo, unieron a las dos naciones.
Expectativa global por la cumbre Trump-Putin
La reunión entre Trump y Putin será el primer encuentro cara a cara entre ambos en seis años, en medio de una de las mayores crisis geopolíticas de la última década. Aún no se han confirmado los detalles del formato final del cónclave, pero fuentes cercanas a la Casa Blanca y al Kremlin anticipan que incluirá una sesión privada entre ambos líderes y otra con participación de las respectivas delegaciones diplomáticas.
La rueda de prensa conjunta prevista al cierre del encuentro se espera como uno de los momentos más importantes del año en política internacional, ya que podría ofrecer señales clave sobre el rumbo que tomará la relación bilateral y el futuro del conflicto en Europa del Este.
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