A pesar de la intensa actividad diplomática de los últimos días, las posiciones de Rusia y Ucrania siguen profundamente distantes sobre las condiciones para poner fin a la guerra iniciada con la invasión rusa a gran escala en 2022.

El viernes, en Alaska, el expresidente estadounidense Donald Trump se reunió con el presidente ruso Vladímir Putin. El encuentro terminó antes de lo previsto y sin acuerdos concretos, aunque Trump aseguró que “se habían acordado muchos puntos” y que quedaban “muy pocos”. Tras su cita posterior con Volodímir Zelensky en la Casa Blanca, afirmó que la paz estaba “al alcance de la mano”, pero no dio detalles adicionales.

Territorio

Tras más de tres años de conflicto, Rusia controla alrededor del 20 % de Ucrania y exige el reconocimiento internacional de las regiones anexionadas, incluidas Lugansk, Donetsk, Jersón, Zaporiyia y Crimea. En su memorándum de junio, Moscú describió este reconocimiento como “parámetro clave” para un acuerdo definitivo.

Putin ya había sostenido en 2021 que rusos y ucranianos eran “un solo pueblo, un todo”, y acusó a Occidente de convertir a Ucrania en un “proyecto antirruso”.

Por su parte, Zelensky insiste en que Ucrania no cederá territorio. Antes de reunirse con Trump subrayó que el debate territorial solo puede darse “en el marco trilateral: Ucrania, Estados Unidos y Rusia”.

Trump, en cambio, señaló que “debemos discutir el posible intercambio de territorio”, una propuesta que sigue siendo impopular en la sociedad ucraniana.

Neutralidad y garantías de seguridad

Rusia exige la “neutralidad” de Ucrania, es decir, su renuncia a la OTAN y a cualquier alianza militar. Además, ha descartado la presencia de fuerzas de paz extranjeras en territorio ucraniano.

Zelensky, en cambio, considera que la adhesión a la OTAN y a la Unión Europea constituye la garantía de seguridad más sólida para el futuro de su país.

Trump afirmó en redes sociales que “no hay vuelta atrás en Crimea” y que Ucrania “NO ENTRARÁ EN LA OTAN”.

El enviado especial estadounidense, Steve Witkoff, declaró que Estados Unidos estaría “potencialmente preparado para ofrecer garantías de seguridad en virtud del artículo 5, pero no desde la OTAN, sino directamente desde Estados Unidos y otros países europeos”.

Sanciones

El Kremlin exige el levantamiento de todas las sanciones y una “restauración gradual” de los vínculos económicos. En su memorándum de junio, pidió además una “renuncia a las reclamaciones mutuas” por los daños de la guerra.

Trump ha expresado su disposición a debatir la flexibilización de sanciones, mientras presiona a países como India para que reduzcan la compra de petróleo ruso.

Putin ha calificado la congelación de más de 300 000 millones de dólares en activos rusos en Occidente como un “robo”.

Retorno de civiles y prisioneros

Zelensky ha insistido en que el regreso de los niños deportados por Rusia y de los prisioneros ucranianos es “una de las principales prioridades”. Ursula von der Leyen respaldó esta postura al declarar en Washington que “esta debería ser una de nuestras principales prioridades también en estas negociaciones, para garantizar que los niños regresen a Ucrania con sus familias”.

En mayo, ambas partes llevaron a cabo un intercambio de cientos de prisioneros, pero Kiev reclama la repatriación de miles de ciudadanos, incluidos periodistas.

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