El gobierno de Estados Unidos emitió este jueves una alerta máxima de seguridad dirigida a sus ciudadanos y residentes, recomendando no viajar ni permanecer en Venezuela. La advertencia responde a los altos riesgos de detención ilegal, tortura, terrorismo, secuestro, delitos violentos, disturbios civiles y abusos policiales, según informó la embajada estadounidense vinculada al territorio venezolano.
La embajada solicitó que, en caso de conocer a un ciudadano estadounidense detenido en Venezuela, se contacte de inmediato al correo oficial consular.
Escalada diplomática y advertencias militares
Esta advertencia se produce en el contexto de una escalada de tensión diplomática y militar entre Washington y Caracas. El ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, acusó a Estados Unidos de intentar “forzar un cambio de régimen” y “destruir la Constitución venezolana” para imponer una nueva Carta Magna neoliberal. Aseguró que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) defenderá “cada centímetro del territorio”, incluyendo espacio aéreo y marítimo.
“No se atrevan a poner una mano en Venezuela”, advirtió Padrino, señalando que cualquier agresión sería vista como “una agresión contra toda Latinoamérica”.
El ministro también rechazó acusaciones estadounidenses sobre presuntos depósitos de droga en instalaciones militares venezolanas, responsabilizando al secretario de Estado, Marco Rubio, de propagar estas afirmaciones “por odio”.
DEA acusa al régimen de Maduro de narcoterrorismo
El director de la DEA, Terry Cole, declaró que “Venezuela se ha convertido en un estado narcoterrorista”. Afirmó que el régimen de Nicolás Maduro colabora con las guerrillas colombianas ELN y FARC para enviar cantidades récord de cocaína a carteles mexicanos, con destino final en Estados Unidos.
Cole agregó que, pese a los esfuerzos de la administración Trump para frenar el narcotráfico, en 2025 se ha incautado más cocaína que en años anteriores, y alertó sobre el aumento del fentanilo y la metanfetamina.
Washington intensifica acciones: buques al Caribe y recompensa por Maduro
La Casa Blanca, a través de su portavoz Karoline Leavitt, aseguró que está “dispuesta a usar todo su poder” para frenar el flujo de drogas y enfrentar las “organizaciones criminales que amenazan la seguridad nacional”, en alusión al Cartel de los Soles, presuntamente liderado por Maduro.
Como parte de esta ofensiva:
El 14 de agosto, se anunció el despliegue de tres destructores estadounidenses con más de 4.000 marinos hacia las costas venezolanas.
El 8 de agosto, se duplicó la recompensa por la captura de Nicolás Maduro, elevándola a US$ 50 millones.
El 25 de julio, Estados Unidos designó oficialmente al Cartel de los Soles como organización terrorista, atribuyéndole vínculos con el Tren de Aragua y el cartel de Sinaloa.
Maduro responde con milicianos y respaldo internacional
En respuesta, Maduro ordenó la movilización de cuatro millones de milicianos para “defender al país de las amenazas de EEUU”. Desde Caracas, se calificó la presión estadounidense como “un riesgo para la estabilidad regional”.
El ministro Diosdado Cabello, número dos del régimen, negó la existencia del Cartel de los Soles, acusando a Estados Unidos de utilizarlo como “invento político”.
Mientras tanto, algunos países comenzaron a posicionarse:
Ecuador declaró terrorista al Cartel de los Soles el 15 de agosto.
El bloque regional ALBA, así como China e Irán, manifestaron su apoyo al régimen de Maduro frente a la presión estadounidense.
La ONU interviene: Guterres llama a la contención
Ante el aumento de las tensiones, el secretario general de la ONU, António Guterres, instó a ambas partes a resolver sus diferencias pacíficamente. La portavoz adjunta Daniela Gross confirmó que la ONU “sigue muy de cerca” la situación y pidió contención para evitar un conflicto mayor.
Preocupación regional ante una posible escalada
La combinación de advertencias diplomáticas, acusaciones de narcotráfico, despliegue militar y discursos de confrontación ha generado inquietud internacional sobre las consecuencias que este conflicto podría tener en América Latina y el Caribe.
Estados Unidos insiste en que el régimen venezolano es una amenaza directa a su seguridad, mientras Venezuela denuncia un intento de injerencia y desestabilización regional.
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