La Casa Blanca reiteró su postura de que el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela es “ilegítimo” y lo acusó de liderar una estructura de narcotráfico internacional dirigida hacia Estados Unidos, según declaraciones realizadas por la portavoz del Ejecutivo estadounidense, Karoline Leavitt, durante una conferencia de prensa en Washington.

Firmeza contra el narcotráfico: EE.UU. advierte que no tolerará nuevas amenazas

Consultada por posibles intervenciones militares en territorio venezolano, Leavitt respondió: «Esta Administración (del presidente Donald Trump) considera que el régimen venezolano es ilegítimo y que resulta inaceptable para este presidente y su equipo permitir el tráfico de drogas ilegales y letales hacia Estados Unidos«.

La funcionaria se refirió además al reciente ataque ejecutado por fuerzas estadounidenses el pasado 2 de septiembre contra una lancha procedente de Venezuela, a bordo de la cual se encontraban once presuntos miembros del grupo criminal Tren de Aragua.

«Esto envía un mensaje claro a los narcotraficantes del mundo: el presidente no lo tolerará. La cantidad de droga incautada en esa embarcación podría haber causado la muerte de miles de estadounidenses. No permitiremos que ese veneno mortal entre en nuestro país«, agregó.

Caracas condena el ataque y denuncia “manipulación mediática”

Desde Venezuela, el régimen chavista rechazó enérgicamente las acusaciones y calificó el ataque como un acto de “agresión injustificada” frente a sus costas. En un comunicado oficial, denunciaron lo que consideran una “campaña de manipulación mediática impulsada por Washington”, y advirtieron que el incidente ha intensificado aún más las ya deterioradas relaciones bilaterales entre ambos países.

Despliegue militar en el Caribe y advertencias desde el Pentágono

En medio de crecientes tensiones, la Administración Trump ha reforzado su retórica, reiterando que Maduro lidera una red internacional de narcotráfico conocida como el Cartel de los Soles.

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, realizó este lunes una visita no anunciada a Puerto Rico, apenas días después del despliegue de al menos diez cazas F-35 en la isla, como parte de una estrategia militar contra el narcotráfico en la región del Caribe.

La gobernadora de Puerto Rico, Jenniffer González, confirmó la visita de Hegseth y del jefe del Estado Mayor Conjunto, Dan Caine, destacando el respaldo del Pentágono y expresando su pleno apoyo a la política “America First” impulsada por el presidente Trump.

«Garantizan la seguridad de nuestras fronteras y combaten las actividades ilícitas para proteger a los ciudadanos americanos y a nuestra nación«, escribió González en la red social X (antes Twitter).

Además, subrayó el papel estratégico de Puerto Rico como frontera clave en el Caribe para las operaciones antidrogas.

Maduro responde: “Es una película repetida y mala”

En Caracas, Nicolás Maduro calificó de “película repetida y mala” el aumento de la recompensa ofrecida por Estados Unidos —que asciende desde agosto a 50 millones de dólares— por información que conduzca a su captura.

Es una película repetida, una mala película de un cowboy que fracasó en el pasado”, señaló en una entrevista transmitida por Venezolana de Televisión, en conversación con el ex presidente ecuatoriano Rafael Correa.

Maduro advirtió que una invasión a Venezuela sería una locura y aseguró que tanto la población como las fuerzas armadas están preparadas para defender el territorio nacional.

Fiscalía de EE.UU. y nuevas acusaciones: Venezuela responde con más despliegue militar

La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, anunció en agosto el incremento de la recompensa por Maduro, como parte de un renovado esfuerzo judicial por vincularlo al narcotráfico internacional.

En respuesta, Delcy Rodríguez, vicepresidenta venezolana y ministra de Petróleo, calificó la ofensiva estadounidense como una “gran farsa”.

«¿Se dan cuenta que es una gran farsa? Es una farsa. Toda una falsedad que sólo busca agredir a Venezuela«, denunció Rodríguez, al tiempo que condenó el envío de buques de guerra estadounidenses al Caribe sur como un acto hostil.

Ante las crecientes tensiones, el régimen chavista ordenó el despliegue de 25.000 militares en las fronteras y el inicio de jornadas de alistamiento militar para ampliar la reserva nacional.

Por su parte, el Pentágono ha advertido que aviones venezolanos que representen una amenaza para las fuerzas estadounidenses en el Caribe podrían ser derribados.

Panorama tenso y sin señales de diálogo

El conflicto diplomático y militar entre Estados Unidos y Venezuela entra en una nueva fase de confrontación, con ambos gobiernos intercambiando acusaciones, fortaleciendo su presencia militar y sin canales abiertos de diálogo visibles.

La comunidad internacional observa con creciente preocupación cómo las fricciones entre Washington y Caracas se intensifican en el plano regional, marcando un punto de inflexión en la seguridad del Caribe.

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