El precio del oro continúa su imparable escalada y alcanza nuevos máximos históricos al inicio de esta semana, impulsado por las crecientes expectativas de recortes en la tasa de interés de Estados Unidos, además de un contexto marcado por tensiones geopolíticas y una fuerte demanda de los bancos centrales.

Oro supera los US$ 3.700 por onza

Al cierre de esta edición, la onza troy del metal precioso registraba un salto de 1,14%, alcanzando los US$ 3.726, una cifra sin precedentes que consolida la tendencia alcista que ha mostrado el activo refugio por excelencia en los últimos meses.

La cotización se ha visto beneficiada por una combinación de factores que refuerzan su atractivo para los inversionistas, en particular en un entorno de incertidumbre monetaria y política global.

Expectativas de la Fed impulsan al metal

Los mercados están atentos a las próximas declaraciones del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, quien ofrecerá un discurso este martes. Su intervención es esperada con gran expectación, ya que podría dar nuevas señales sobre la trayectoria futura de la política monetaria estadounidense.

“Yo esperaría que el oro alcance nuevos máximos históricos esta semana, ya que es probable que las autoridades de la Fed indiquen nuevos recortes de tasas. Pero también dependerá de los datos el ritmo y la magnitud de las rebajas”, afirmó Giovanni Staunovo, analista de UBS, citado por Reuters.

La Fed bajó tasas tras presión de Trump

La semana pasada, y tras nueve meses de pausa, la Reserva Federal decidió aplicar un recorte de 25 puntos base en la tasa de los fondos federales, dejándola en un rango de 4% a 4,25%. Se trata de la primera baja desde diciembre de 2024, cuando se redujo desde el 4,75% al 4,5%.

Este nuevo ajuste también marca el nivel más bajo de la tasa desde noviembre de 2022, y se produjo en medio de presiones públicas del presidente estadounidense Donald Trump, quien ha exigido con insistencia una política monetaria más laxa para estimular la economía.

Geopolítica y bancos centrales también presionan al alza

Además de los factores monetarios, el oro se ha beneficiado de un aumento en las tensiones geopolíticas globales —particularmente en Oriente Medio y Europa del Este—, lo que ha reforzado su papel como activo refugio frente a la volatilidad.

También ha influido el comportamiento de los bancos centrales, que han incrementado sus compras de oro en los últimos meses, buscando diversificar reservas y protegerse contra la inestabilidad del dólar.

Perspectivas: ¿seguirá subiendo el oro?

Todo indica que, si las expectativas de nuevos recortes de tasas se consolidan y los riesgos globales persisten, el precio del oro podría mantener su rally alcista.

Los analistas no descartan que el metal supere los US$ 3.800 en las próximas semanas, aunque advierten que su trayectoria también dependerá de los datos económicos clave que se conozcan en EE.UU., incluyendo inflación, empleo y actividad industrial.

“La dirección está clara: mientras las tasas bajen y la incertidumbre suba, el oro seguirá brillando”, concluyen desde UBS.

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