El arzobispo de Santiago, Fernando Chomali, respaldó públicamente la propuesta del presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Antonio Walker, quien esta semana planteó la necesidad de abrir un proceso de regularización para personas migrantes, con el fin de enfrentar la crisis de mano de obra en el sector agrícola.
El cardenal valoró el aporte de la población migrante en diversas áreas del país y advirtió que no reconocer su contribución es una visión limitada de la realidad nacional.
“El no tener una mirada del bien enorme que hacen los migrantes en Chile me parece que es muy miope”, afirmó Chomali.
Crítica a la situación irregular de trabajadores migrantes
El líder de la Iglesia Católica en Chile también recordó que ha planteado este tema directamente al Ejecutivo: “Yo le pedí al Presidente de la República formalmente que no podía ser esta hipocresía, que por un lado los tenemos trabajando en los campos, los tenemos trabajando en miles de lugares, y los tenemos con papeles a medias, no con el pleno reconocimiento. Eso a mí no me parece justo, me parece más bien hipócrita”.
Chomalí enfatizó que la situación actual de muchos migrantes en el país es insostenible y contraria a los principios de justicia.
Distinción entre migración y delincuencia
El arzobispo dejó en claro que no está en contra de sancionar a quienes infringen la ley, pero hizo una firme defensa de las familias migrantes trabajadoras y honestas: “El que comete un delito debe ser castigado, eso no lo discute nadie. Pero a mí me parece muy injusto que haya familias honestas, trabajadoras, que tienen dos o tres trabajos, que quieren hacer el bien, que quieren hacer un aporte al país, y que los tengan en ascuas. Eso no puede pasar”.
Mirada de futuro: migración y envejecimiento de la población
Finalmente, Chomalí subrayó que la migración será un factor clave para el desarrollo del país a largo plazo, especialmente ante el desafío del envejecimiento demográfico.
“Aunque le duela a algunas personas (…), nos guste o no nos guste, los vamos a necesitar porque en Chile la natalidad es baja, y de aquí a cincuenta años más va a ser una población extremadamente envejecida”, advirtió.
Con estas declaraciones, el arzobispo se alineó con parte del mundo empresarial, que ha comenzado a reconocer la urgencia de políticas migratorias más realistas y estructuradas, especialmente en sectores como el agro, salud y servicios.
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