La Luna podría albergar vastas reservas de metales preciosos y agua en sus cráteres, según un estudio reciente que ha despertado un renovado interés científico, estratégico e industrial en nuestro satélite natural. La investigación, liderada por el astrónomo independiente Jayanth Chennamangalam, sugiere que hasta 6.500 cráteres lunares podrían contener metales altamente valiosos como platino, paladio y rodio, fundamentales para la tecnología, la medicina y la exploración espacial.

Además, se estima que más de 3.400 cráteres podrían conservar agua lunar en forma de minerales hidratados, un recurso crucial para misiones tripuladas de larga duración.

Un potencial minero sin precedentes fuera de la Tierra

Los metales identificados —platino, rodio y paladio— pertenecen al grupo del platino (PGM, por sus siglas en inglés), conocidos por su escasez en la Tierra y su enorme valor económico. Estos elementos son esenciales en catalizadores, equipos médicos, baterías y componentes electrónicos, pero su extracción terrestre es costosa y altamente contaminante.

El estudio sostiene que los picos centrales de los cráteres lunares, formados tras impactos de asteroides, podrían haber concentrado estos metales a lo largo de millones de años. A diferencia de la minería en asteroides cercanos a la Tierra, la explotación lunar se perfila como una alternativa más viable y menos riesgosa desde el punto de vista logístico.

Agua lunar: un recurso estratégico para misiones espaciales

Además del potencial minero, el informe destaca la presencia de agua en forma de minerales hidratados en al menos 3.400 cráteres, lo cual podría cambiar radicalmente el enfoque de las futuras misiones espaciales.

El agua es uno de los recursos más pesados y costosos de transportar desde la Tierra, por lo que su presencia en la superficie lunar representaría una ventaja estratégica para:

  • El abastecimiento de astronautas en bases permanentes

  • La producción de oxígeno respirable

  • La generación de hidrógeno como combustible espacial

Los científicos explican que, durante los impactos de asteroides, parte del material hidrogenado logra sobrevivir al choque y permanece atrapado en los minerales del suelo lunar, principalmente en regiones con sombra permanente.

Los cráteres más prometedores para la minería y el agua

Aunque el número total de cráteres con potencial asciende a miles, los investigadores han identificado 38 grandes cráteres con condiciones óptimas para contener metales del grupo del platino, y 20 cráteres con alta probabilidad de conservar agua en concentraciones aprovechables.

Estos valores, aunque reducidos, superan las reservas estimadas en asteroides próximos a la Tierra, y se consideran un punto de partida para la futura economía espacial.

Teledetección orbital: la clave para explorar sin pisar la Luna

En lugar de enviar sondas costosas e inciertas, el estudio publicado en la revista Planetary and Space Science sugiere que la manera más efectiva y económica de identificar estos depósitos es a través de teledetección orbital, utilizando satélites que analicen la composición del suelo lunar desde el espacio.

Este enfoque reduce significativamente los costos, evita riesgos técnicos y permite realizar un mapeo global previo a cualquier misión de extracción o asentamiento humano.

Conclusión: la Luna como base minera y estratégica del futuro

La investigación de Chennamangalam refuerza la idea de que la Luna podría desempeñar un rol central en la nueva era de la exploración espacial, no solo como plataforma para lanzamientos y experimentación, sino también como fuente de recursos vitales para la vida y la tecnología fuera de la Tierra.

Metales preciosos, agua y accesibilidad relativa convierten a sus cráteres en un objetivo de gran interés para agencias espaciales, empresas privadas y científicos que imaginan un futuro más allá del planeta azul.

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