La invitación del presidente ruso Vladimir Putin a su homólogo estadounidense, Donald Trump, para visitar Moscú sigue vigente, según confirmó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Esta propuesta fue realizada tras el encuentro entre ambos mandatarios en Alaska, el pasado mes de agosto.

La invitación sigue en pie. Putin está dispuesto y se alegrará de reunirse con el presidente Trump”, aseguró Peskov en declaraciones a la agencia TASS.

Hasta la fecha, el expresidente estadounidense no ha dado respuesta formal a la invitación. Sin embargo, desde Moscú destacan que, a pesar de lo que califican como “declaraciones contradictorias” sobre Rusia, Trump mantiene el deseo de contribuir a la solución del conflicto en Ucrania.

Eso es lo más importante”, añadió el portavoz presidencial.

Tensión diplomática por Ucrania

La situación entre Estados Unidos y Rusia sigue marcada por el conflicto en Ucrania. El pasado miércoles, el Kremlin calificó de “error” las recientes declaraciones de Trump en la Asamblea General de la ONU, donde sugirió que Ucrania podría no solo recuperar sus territorios ocupados, sino incluso “ir más allá”.

El presidente se está volviendo cada vez más impaciente con los rusos porque siente que no están aportando lo suficiente para poner fin a la guerra”, declaró el senador JD Vance durante un viaje a Carolina del Norte.

Si los rusos se niegan a negociar de buena fe, creo que será muy, muy malo para su país”, advirtió.

Nuevas rondas de negociación

A pesar de las tensiones, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, anunció este sábado que Moscú y Washington han acordado celebrar una tercera ronda de consultas para la normalización de relaciones. Este nuevo encuentro tendría lugar durante el otoño de este año.

La relación bilateral parece estar en un punto de inflexión, con señales mixtas desde ambas capitales. Mientras Trump mantiene un discurso más beligerante en foros internacionales, el Kremlin insiste en que el diálogo sigue siendo posible.

Cruce de declaraciones en la ONU

En una tensa reunión celebrada el pasado miércoles en Nueva York, el jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, confrontó públicamente a Lavrov al exigir que “cesen las matanzas” en Ucrania y que Moscú tome medidas concretas hacia una solución duradera del conflicto.

Lavrov, por su parte, respondió destacando lo que calificó como «planes inaceptables» de Kiev y algunas capitales europeas para extender la guerra.

Zelensky elogia el giro de Trump, pero advierte sobre la OTAN

En paralelo, el presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, intervino ante la Asamblea General de la ONU, donde elogió el cambio de postura de Trump respecto a la guerra, tras su reunión bilateral del martes. No obstante, el líder ucraniano también lanzó una crítica velada a la Alianza Atlántica: “Incluso formar parte de la OTAN no significa automáticamente que se esté a salvo. Las instituciones internacionales son demasiado débiles, y por eso esta locura continúa”, sostuvo.

Zelensky calificó de positiva su reunión con Trump, aunque este último ha reiterado su negativa a permitir el ingreso de Ucrania a la OTAN en el corto plazo.

Tuvimos una buena reunión con el presidente Trump, y también hablé con muchos otros líderes fuertes. Juntos podemos cambiar muchas cosas”, afirmó el mandatario ucraniano.

Escenario incierto, pero con vías diplomáticas abiertas

Aunque las declaraciones de ambos bandos reflejan profundas diferencias sobre el futuro del conflicto ucraniano, el anuncio de una nueva ronda de conversaciones diplomáticas abre una pequeña ventana para la distensión.

Mientras tanto, la invitación de Putin a Trump permanece como un símbolo de voluntad de diálogo, aunque sin respuesta concreta hasta ahora. La evolución del conflicto en Ucrania y los próximos pasos de Washington serán determinantes para definir el rumbo de las relaciones entre ambas potencias.

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