Este lunes, tanto demócratas como republicanos fracasaron por quinta vez en su intento por aprobar un proyecto de financiamiento provisional que ponga fin al cierre parcial del Gobierno federal de Estados Unidos, situación que ya afecta a más de 1,3 millones de empleados públicos.

La jornada estuvo marcada por dos votaciones fallidas en el Senado:

  • La propuesta republicana obtuvo 52 votos a favor y 42 en contra, quedando por debajo del umbral de 60 votos requeridos para su aprobación.

  • Más temprano, la iniciativa demócrata —que incluía la prórroga del subsidio de salud de Obamacare— también fue rechazada, con 45 votos a favor y 50 en contra, en una votación dividida por líneas partidarias.

Trump acusa a demócratas del cierre

Tras los fracasos legislativos, el presidente Donald Trump responsabilizó a la oposición por la crisis política que ya tiene más de 700.000 empleados suspendidos y otros 700.000 trabajando sin salario.

“Los demócratas han cerrado el gobierno de Estados Unidos justo en medio de una de las economías más exitosas que nuestro país haya tenido”, declaró el mandatario.

Trump afirmó estar dispuesto a colaborar con los demócratas en temas como salud y políticas sociales, pero subrayó que “primero deben permitir que nuestro gobierno reabra”.

“De hecho, deberían abrir nuestro gobierno esta noche”, sentenció desde la Casa Blanca.

Obamacare vuelve al centro del conflicto

La propuesta demócrata rechazada en el Senado incluía una extensión del programa Obamacare, cuyo subsidio expira este año. La administración Trump ha reiterado —sin aportar pruebas— que dicho programa favorece a migrantes indocumentados, postura que ha tensionado aún más las negociaciones.

Pese a esto, hubo cruces de votos poco habituales:

  • El senador republicano Rand Paul votó en contra de la propuesta de su propio partido.

  • En contraste, los demócratas Catherine Cortez Masto y John Fetterman, junto con el independiente Angus King, apoyaron la iniciativa republicana.

Aun así, el proyecto no alcanzó los 60 votos necesarios.

Impacto creciente en servicios públicos

El Departamento del Tesoro advirtió sobre los primeros efectos operacionales del cierre: la falta de controladores aéreos está afectando la normalidad de los vuelos y se anticipa un aumento en las ausencias por enfermedad, lo que podría agravar la crisis.

La Administración ha instruido a las agencias federales a evaluar despidos de empleados no esenciales si la paralización se extiende en el tiempo.

Demócratas abiertos a negociar, pero sin diálogo formal

Desde la bancada opositora, voceros manifestaron su disposición a retomar el diálogo, aunque no existen conversaciones formales con la Casa Blanca hasta ahora.

Por su parte, el presidente Trump dejó abierta la posibilidad de un acuerdo: “Pueden ocurrir cosas buenas”, comentó escuetamente desde la residencia presidencial.

Panorama incierto

El Congreso de Estados Unidos sigue entrampado en una disputa política que mantiene en vilo al aparato estatal y que afecta directamente a más de un millón de familias estadounidenses. La presión aumenta sobre ambas partes para lograr un acuerdo urgente antes de que las consecuencias económicas y sociales se agraven aún más.

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