En una semana marcada por roces dentro del bloque opositor, la candidata presidencial Evelyn Matthei volvió a tensionar su relación con José Antonio Kast, principal figura del Partido Republicano, al formular críticas directas que han generado incomodidad en sectores de Chile Vamos y de su propio comando.

Lo que comenzó como un emplazamiento por la ausencia de Kast en espacios televisivos de cara a la campaña presidencial, escaló hasta convertirse en un nuevo episodio de fricción entre las dos principales cartas presidenciales de la derecha chilena.

«Me da miedo»: la frase que desató el quiebre

El punto más crítico de la controversia se dio durante una entrevista concedida por Matthei a Radio Rock and Pop, donde al ser consultada sobre un eventual gobierno de Kast, afirmó: «Me da miedo que pueda correr mucho los límites si es que llegase a ser presidente».

La frase marcó un quiebre significativo en el tono que la exalcaldesa de Providencia había mantenido hasta ahora, profundizando la distancia entre ambos candidatos. La crítica no fue solo de estilo, sino que también insinuó diferencias de fondo, sugiriendo una preocupación sobre eventuales derivas autoritarias en un eventual gobierno republicano.

Ximena Rincón: “No enfrenta ni a un grupo de periodistas”

La vocera del comando de Matthei, la senadora Ximena Rincón (Demócratas), también aprovechó la ausencia mediática de Kast para marcar contraste: «Es una persona que dice que va a combatir al crimen organizado, pero no es capaz de enfrentar a un grupo de periodistas», declaró el miércoles, profundizando la ofensiva.

Ambigüedad ante un eventual apoyo en segunda vuelta

La distancia entre ambos liderazgos se hizo aún más evidente en el programa «El Candidato» de Mega, donde a Matthei se le preguntó si respaldaría a Kast en una eventual segunda vuelta. La candidata evitó dar una respuesta clara, afirmando: “No me mando sola”, en alusión a que su candidatura trasciende a Chile Vamos, e incorpora a partidos de centro como Amarillos y Demócratas, quienes no estarían dispuestos a respaldar al republicano en un balotaje.

Con ello, Matthei busca posicionar su proyecto como una alternativa más amplia, desmarcada del sector más duro de la derecha, lo que ha generado tensiones internas.

Preocupación y críticas dentro de la derecha

La estrategia de Matthei ha generado preocupación en sectores de RN y la UDI, quienes temen que los ataques entre ambos candidatos favorezcan a Jeannette Jara (PC), líder en las encuestas.

Desde su propio sector, voces han cuestionado el tono adoptado por su comando:

  • Camila Flores (RN), diputada y candidata al Senado, señaló: «No comparto para nada las palabras de Evelyn Matthei (…). Se está escuchando mucho al mundo de la centroizquierda, de la ex Concertación, que han llegado al comando».

  • Juan Carlos Beltrán (RN) afirmó que: “De ninguna manera creo que (Kast) sea un candidato peligroso”.

  • Claudio Alvarado (UDI), exministro y dirigente gremialista, criticó en una columna en Ex-Ante: “Deslegitimar a Kast con argumentos que provienen del manual de la izquierda solo fractura a nuestro sector”, advirtiendo que la derecha necesita convicción, no cálculo político.

Evasivas de Matthei y tensión con la prensa

Durante una actividad en Puente Alto, Matthei fue abordada por la prensa respecto a sus dichos en Rock and Pop. La candidata evitó referirse al tema, declarando: “Estos temas políticos a la gente de acá los tienen hasta la corona (…). Perdóneme, pero hoy este es el tema (seguridad)”.

Pese a la insistencia de los medios, Matthei se negó nuevamente a confirmar si apoyaría a Kast en segunda vuelta: “¿Por qué no ponemos el énfasis en otra cosa?”, replicó.

El ambiente en la actividad fue tenso, con abucheos a los periodistas de parte de adherentes de la candidata.

El presidente del Senado, Manuel José Ossandón, quien acompañaba a Matthei, también restó importancia a las preguntas: “¿Para qué preguntan por cosas que no van a pasar? Si estamos listos (en la segunda vuelta)”, aseguró.

Un conflicto con riesgo de “fuego amigo”

Mientras en el comando de Matthei se defiende la estrategia de diferenciación frente a Kast, en el resto de la coalición temen que esta tensión interna escale a un «fuego amigo» difícil de revertir, debilitando las chances del bloque opositor frente a la candidatura oficialista de Jeannette Jara.

La fractura que se perfila no es solo electoral, sino también ideológica: una disputa por el alma de la derecha chilena, entre una derecha más dura, liderada por Kast, y una alternativa más centrista y liberal, representada por Matthei y su alianza ampliada.

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