El secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, hizo un llamado a Venezuela para que edifique su futuro basado en los valores de justicia, verdad, libertad y respeto a los derechos humanos, durante la misa de acción de gracias por la canonización de los primeros santos venezolanos, José Gregorio Hernández y la madre María Carmen Rendiles, celebrada este lunes en la Basílica de San Pedro.

En su homilía, Parolin se centró en el pasaje bíblico que habla del tránsito de la muerte a la vida, exhortando a abrir las prisiones injustas y liberar a los oprimidos.

“Tu oscuridad se volverá mediodía si escuchas las palabras del Señor que te llama a abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos. Sólo así, querida Venezuela, podrás responder a tu vocación de paz si la construyes sobre los cimientos de la justicia, de la verdad, de la libertad y del amor, del respeto a los derechos humanos, generando espacios de encuentro y de convivencia democrática”, expresó el cardenal ante autoridades eclesiásticas, diplomáticas y peregrinos venezolanos.

Recordando su experiencia como nuncio apostólico en Caracas entre 2009 y 2013, Parolin destacó el carácter ejemplar de los nuevos santos, subrayando que tanto José Gregorio Hernández como la madre Carmen Rendiles encarnaron el servicio y la fe en contextos de adversidad.

“La canonización de José Gregorio Hernández y de la Madre Carmen es un kairos, es decir, un momento oportuno para emprender este camino. No lo dejen, queridos hermanos, no lo dejen pasar inútilmente. Los nuevos santos intercedan para que todos ustedes puedan seguir adelante con esperanza y empeño. La Virgen de Coromoto, San José Gregorio y Santa Madre Carmen, oren por nosotros y así sea”, añadió.

El mensaje del cardenal estuvo acompañado por las palabras del Papa León XIV, quien presidió la ceremonia de canonización el domingo anterior. En un encuentro con los peregrinos, el pontífice invitó a los fieles venezolanos a seguir el ejemplo de los nuevos santos como guía para afrontar las dificultades cotidianas.

“Estas dos figuras fueron personas muy semejantes a nosotros, que vivieron enfrentando problemáticas que no nos son extrañas”, afirmó el Papa.
“Quien vive a mi lado, como yo, como ellos, está llamado a la misma santidad, y por ello debo verlo, ante todo, como un hermano al que respetar y al que amar, compartiendo el camino de la existencia, sosteniéndonos en las dificultades y construyendo juntos el reino de Dios con alegría”.

León XIV también recordó el mensaje de los obispos venezolanos, quienes pidieron que la canonización sirva como “un fuerte estímulo para que todos los venezolanos se congreguen y sepan reconocerse como hijos y hermanos de una misma patria”.

La ceremonia, que contó con la participación del Coro Simón Bolívar del Sistema de Orquestas de Venezuela, marcó un hito histórico para la Iglesia venezolana. En medio de una profunda crisis social y política, el Vaticano proyectó un mensaje de reconciliación, esperanza y compromiso con los valores que sustentan la convivencia democrática.

Desde el altar de San Pedro, la exhortación fue clara: la santidad de Hernández y Rendiles no solo honra la fe de Venezuela, sino que invita a transformar la realidad del país desde la justicia y la fraternidad.

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