El enigma sobre la posible presencia de extraterrestres en la Tierra vuelve a ocupar titulares. En los últimos meses, nuevas declaraciones de exfuncionarios del gobierno estadounidense y avistamientos documentados por civiles y fuerzas de seguridad han desatado una ola de teorías que van desde la existencia de bases ocultas bajo el mar hasta la infiltración de entidades no humanas en posiciones de poder.

La polémica resurgió tras la difusión de un informe confidencial filtrado a medios especializados, en el que se mencionan “tecnologías de origen desconocido” recuperadas en distintos puntos del planeta. Según la información, estas estructuras no se asemejan a ningún material terrestre conocido y presentan propiedades físicas y energéticas imposibles de replicar con la ciencia actual.

Testimonios que reavivan la sospecha

Uno de los detonantes de esta ola de interés fue la comparecencia del exoficial de inteligencia David Grusch ante el Congreso de Estados Unidos, quien afirmó que el gobierno mantiene programas secretos dedicados a la recuperación de naves y restos biológicos no humanos. Aunque sus declaraciones no han sido confirmadas oficialmente, su testimonio provocó un terremoto mediático y político sin precedentes.

A ello se suman pilotos de la Marina estadounidense, quienes aseguran haber visto objetos voladores con capacidades imposibles, capaces de acelerar sin generar ondas de choque ni emitir calor detectable. Estos incidentes, registrados en vídeo y analizados por el Pentágono, se mantienen bajo la categoría de “Fenómenos Aéreos No Identificados (UAP)”.

Teorías científicas y posibles explicaciones

Diversos astrobiólogos sostienen que la posibilidad de que formas de vida extraterrestre visiten o se oculten en la Tierra no puede descartarse completamente. El astrofísico Avi Loeb, de la Universidad de Harvard, ha sugerido que algunos objetos interestelares, como ʻOumuamua o 3I/ATLAS, podrían ser sondas artificiales enviadas por civilizaciones avanzadas.

Por otro lado, expertos en oceanografía y geología apuntan al océano profundo como posible refugio de inteligencias no humanas, dada su inmensidad y escasa exploración. “Más del 80% del fondo marino sigue siendo desconocido. Si una civilización quisiera esconderse, ese sería el lugar ideal”, comentó la investigadora Marina Serrano, del Instituto de Estudios Planetarios.

Los escépticos piden cautela

Sin embargo, la comunidad científica mantiene una postura prudente. El físico español Miguel Alcubierre señala que “extraordinarias afirmaciones requieren pruebas extraordinarias”. A su juicio, muchos de los fenómenos reportados pueden explicarse por errores instrumentales, ilusiones ópticas o fenómenos atmosféricos poco comprendidos.

Pese a ello, Alcubierre admite que “el interés creciente de las instituciones oficiales en los UAP indica que el tema ya no se descarta como simple ciencia ficción”.

Un misterio que persiste

El tema no solo divide a los científicos, sino también a la opinión pública. Encuestas recientes en Estados Unidos y Europa indican que más del 50% de la población cree que no estamos solos, y una cuarta parte considera posible que seres no humanos ya estén entre nosotros.

Mientras tanto, agencias espaciales como la NASA y organizaciones privadas de investigación continúan recopilando datos sobre fenómenos anómalos, buscando una respuesta definitiva a una pregunta que fascina a la humanidad desde hace siglos:

¿Estamos siendo observados por inteligencias extraterrestres… o ya viven entre nosotros?

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