La hipótesis es tan provocadora como fascinante. Un grupo de científicos vinculados a la Universidad de Harvard ha reabierto el debate sobre la naturaleza del misterioso objeto 3I/ATLAS, el tercer visitante interestelar jamás detectado. Según las observaciones, su comportamiento no coincide con el de un cometa común, lo que ha llevado a algunos expertos a plantear la posibilidad de que se trate de una forma de tecnología extraterrestre.

Un comportamiento que desafía las leyes físicas

El enigma comenzó cuando astrónomos detectaron que 3I/ATLAS presentaba una “anticola”, es decir, una emisión de material orientada hacia el Sol, en lugar de alejarse de él, como establecen las leyes de la física cometaria.
Semanas después, el fenómeno cambió por completo: la estructura adoptó la apariencia de una cola convencional, similar a la de cualquier otro cometa.

El astrofísico Avi Loeb, reconocido por sus polémicas teorías sobre el objeto interestelar ‘Oumuamua’, documentó estas anomalías en su blog de Medium. Según explica, los cambios en la dirección y dinámica del objeto podrían interpretarse como una maniobra de frenado deliberada, una hipótesis que, aunque especulativa, no encaja con los modelos actuales de comportamiento cometario.

Una composición nunca vista

Los análisis de composición realizados por distintos observatorios revelan que 3I/ATLAS está formado por una aleación de níquel casi pura, con escasa o nula presencia de hierro. Esta proporción resulta sin precedentes en la naturaleza.
Su masa estimada supera los 33.000 millones de toneladas, y, de manera aún más desconcertante, emite vapor de agua a una distancia del Sol en la que el hielo debería permanecer sólido.

Un fósil cósmico de 10.000 millones de años

La edad del objeto añade más misterio al hallazgo. Con aproximadamente 10.000 millones de años, 3I/ATLAS sería el cometa más antiguo jamás observado, un fósil cósmico que habría vagado por el espacio interestelar durante eones antes de cruzarse con nuestro sistema solar.

Ante la acumulación de anomalías, la Red Internacional de Alerta de Asteroides ha incluido a 3I/ATLAS en su lista de vigilancia, aunque los expertos aclaran que no representa peligro alguno para la Tierra.

Una cita clave con el Sol

El próximo 29 de octubre, el objeto alcanzará su punto más cercano al Sol (perihelio), a 1,8 veces la distancia entre la Tierra y nuestra estrella.
Será entonces cuando los telescopios obtendrán las primeras imágenes de alta resolución, fundamentales para determinar si 3I/ATLAS es una rareza natural o evidencia de algo más avanzado.

Conclusión. Aunque la comunidad científica mantiene la cautela, el caso de 3I/ATLAS promete reavivar una de las preguntas más antiguas y controvertidas de la astronomía moderna: ¿estamos observando un fenómeno natural desconocido o los restos de una tecnología interestelar?

/psg