Lo que comenzó como un error de cálculo en los precios cobrados por las generadoras eléctricas —que según el gobierno debía traducirse en una rebaja en las cuentas de la luz— terminó convirtiéndose en un escándalo que sacudió al Ministerio de Energía y al sistema eléctrico nacional.
La cadena de equivocaciones costó el cargo al ministro de Energía, Diego Pardow, y al secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Marco Mancilla, además de revelar irregularidades en el sector de transmisión eléctrica.
Como consecuencia, y tras intensas gestiones del nuevo biministro de Economía y Energía, Álvaro García, se acordó que las generadoras devolverán US$ 115 millones y que Transelec, la principal empresa de transmisión del país, aportará otros US$ 135 millones. En total, unos US$ 250 millones que permitirán una rebaja promedio del 4% en las boletas eléctricas a contar de enero próximo.
Según estimaciones del profesor Humberto Verdejo, del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Usach, el impacto variará según la región: Santiago bajaría 0,7%; Concepción 3,28%; Coquimbo 7,95%; y Viña del Mar 9,18%, a lo que se sumará entre 1,5% y 2% adicional por el descuento de transmisión.
El origen del error
Todo comenzó cuando la CNE detectó un error metodológico en el cálculo del “precio nudo”, la tarifa que pagan las distribuidoras a las generadoras. El problema: se estaba aplicando dos veces el IPC en el ajuste semestral de las diferencias de facturación.
El 13 de octubre, tras un reportaje de Canal 13, la Comisión reconoció públicamente la falla, que se arrastraba desde 2017 y que sumaba unos $112 mil millones (US$ 115 millones).
El efecto dominó: renuncias y nuevas revelaciones
El episodio derivó en una crisis política y técnica. Tras la salida de Pardow, el ministro García no solo debió enfrentar la controversia por el “precio nudo”, sino también una autodenuncia de Transelec presentada en octubre de 2024.
La empresa había reconocido una sobrevaloración de activos que generó cobros indebidos por entre US$ 100 y 135 millones. Pese a que el monto estaba en revisión, García exigió que la devolución se hiciera sin esperar la auditoría del Coordinador Eléctrico Nacional.
El debate sobre los montos y los responsables
El lunes 20, la consultora Valgesta, dirigida por exfuncionarios de la CNE, cuestionó las cifras oficiales, señalando que solo US$ 2 millones habían sido realmente pagados por los consumidores, mientras que los otros US$ 113 millones correspondían a documentos financieros vendidos por las empresas a la banca.
Con ese informe en mano, las generadoras se reunieron el miércoles 22 con el ministro García, quien se mantuvo firme: los fondos debían devolverse a los clientes. Durante la cita, las empresas admitieron que el dinero seguía en sus arcas, lo que allanó el camino a un acuerdo.
El viernes, el director ejecutivo de Generadoras de Chile, Camilo Charme, anunció que, “aunque el error proviene de la autoridad y no de la industria”, el sector pondrá a disposición los US$ 115 millones para que sean restituidos en las cuentas a partir de 2026.
Charme insistió, sin embargo, en que “los consumidores no han financiado ese monto total, ya que fue factorizado con el BID y otros bancos”.
El ministro García reconoció ese matiz, pero subrayó que “las empresas recibieron recursos que no les correspondían y deben devolverlos a quienes sí les corresponden, que son los clientes”.
Rebajas confirmadas y próximos pasos
Finalmente, tanto las generadoras como Transelec se comprometieron a devolver los fondos mediante descuentos en las boletas entre enero y junio de 2026.
“El objetivo es resguardar la transparencia y que el proceso se ajuste a la regulación vigente”, sostuvo el académico Verdejo.
Así, el escándalo del sector eléctrico, que partió como un tecnicismo contable, terminó con renuncias ministeriales, una crisis reputacional para la industria y una inesperada buena noticia para los consumidores: una rebaja en sus cuentas de luz.
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