El senador republicano por Florida, Rick Scott, advirtió este domingo que el dictador Nicolás Maduro debería considerar abandonar Venezuela ante la posibilidad de nuevas acciones de Estados Unidos.

Si yo fuera Maduro, me iría a Rusia o a China. Sus días están contados. Algo va a pasar”, afirmó Scott durante una entrevista en el programa 60 Minutos, transmitido por la cadena CBS.

La advertencia llega en un contexto de intensificación de la presencia militar estadounidense en aguas cercanas a Venezuela, parte de la estrategia de Washington para combatir el narcotráfico en la región.

El Pentágono ha informado sobre la destrucción de al menos diez embarcaciones sospechosas de transportar drogas y con vínculos con organizaciones criminales como el Tren de Aragua y el Cartel de los Soles, liderado por Maduro. Según el ejército estadounidense, estas operaciones han provocado la muerte de varias decenas de personas desde septiembre, en un esfuerzo por cortar las rutas de tráfico hacia EE.UU.

La Casa Blanca sostiene que estas acciones buscan “proteger a los estadounidenses” del flujo de drogas procedentes de Sudamérica y justifica la escalada en la necesidad de neutralizar a organizaciones criminales transnacionales.

En paralelo, el senador Lindsey Graham, también republicano y próximo a la administración Trump, confirmó que el presidente tiene previsto informar al Congreso sobre la posible expansión de la estrategia militar a operaciones terrestres en Venezuela y Colombia.

El presidente Trump me dijo ayer que planea informar a los miembros del Congreso, a su regreso de Asia, sobre posibles operaciones militares futuras contra Venezuela y Colombia”, señaló Graham. “Habrá una sesión informativa en el Congreso sobre la posible expansión del mar a la tierra. Apoyo esa idea. Esto no es asesinato. Esto es proteger a Estados Unidos del envenenamiento por narcoterroristas de Venezuela y Colombia”, añadió.

La perspectiva de llevar el conflicto al terreno eleva la tensión regional y ha generado reacciones políticas y diplomáticas en Sudamérica.

El régimen de Caracas ha rechazado los operativos y denunció que las acciones de EE.UU. buscan interferencia encubierta y presión sobre Maduro. Washington, en cambio, insiste en que la política de presión está justificada por el impacto del flujo de drogas en su sociedad y en la seguridad hemisférica.

El Pentágono también informó sobre el despliegue del portaaviones USS Gerald Ford, el mayor de la flota estadounidense, como parte del refuerzo de operaciones tras recientes ataques contra lanchas sospechosas de tráfico de drogas, ampliando la presencia militar en la región.

En medio de este escenario, la líder opositora venezolana y Premio Nobel de la Paz 2025, María Corina Machado, aseguró que “fue Maduro quien nos declaró la guerra a los venezolanos, después de que ganamos por goleada en elecciones el año pasado”.

En entrevista con Maria Bartiromo en Fox News, Machado denunció que el gobierno venezolano impulsa “terrorismo de Estado en el interior” y “narcoterrorismo en el exterior”. Según la dirigente, “el presidente Trump está deteniendo la guerra, terminando la guerra”.

Machado respaldó la estrategia estadounidense de destruir embarcaciones vinculadas al narcotráfico y afirmó que “la única forma de desmantelar una estructura criminal es cortar sus entradas de dinero criminal, contrabando de oro, armas y tráfico de personas que Maduro dirige desde Venezuela”. Además, subrayó que la presión internacional coordinada es esencial para “asfixiar sus fuentes criminales de financiamiento”.

La opositora advirtió sobre los intentos del régimen de instalar narrativas falsas, comparando la situación venezolana con la de Libia o Irak, y afirmó: “No hay otra sociedad más cohesionada que Venezuela y el 90% de la población quiere vivir en paz, pero la paz requiere libertad y la libertad requiere fuerza. Veremos una transición ordenada”.

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