El último debate presidencial antes de la primera vuelta, organizado por Anatel, llega con un escenario dividido: certeza para el oficialismo e incertidumbre para la oposición.

La candidata del Partido Comunista, Jeannette Jara, se muestra firme en su camino hacia la segunda vuelta, respaldada por su liderazgo en las encuestas. En los distintos encuentros televisivos y radiales ha optado por mantener su ventaja, evitando roces y errores que puedan alterar su posición. Su objetivo, dicen en su equipo, es claro: preservar el primer lugar y proyectar gobernabilidad.

En cambio, el panorama opositor está marcado por la tensión. José Antonio Kast, Evelyn Matthei y Johannes Kaiser llegarán al debate con la disputa abierta por la hegemonía del bloque de derecha. Kast intenta afianzar su rol como el candidato del voto útil, Matthei apuesta por la imagen de gestión y estabilidad, y Kaiser busca consolidar su perfil más disruptivo y radical.

El encuentro de esta noche, transmitido en horario prime, se perfila como el verdadero cierre de campaña: la última oportunidad para que cada aspirante elija entre la moderación o el golpe de efecto.

Matthei: la apuesta por la gobernabilidad

El comando de Evelyn Matthei llega al debate decidido a reforzar un mensaje central: que la exalcaldesa es la única figura capaz de enfrentar con éxito a Jeannette Jara en una eventual segunda vuelta.

Desde su entorno —que reúne a Chile Vamos, Amarillos y Demócratas— destacan que Matthei encarna gobernabilidad, amplitud y eficacia.

“Las personas ven que ella es la mejor opción para gobernar Chile”, afirmó su vocera, Paula Daza.

El repunte del libertario Johannes Kaiser en las últimas semanas obligó al equipo a ajustar la estrategia para esta instancia decisiva. Evitarán confrontaciones directas con Kast o Kaiser, enfocándose en contrastar su experiencia con la de Jara, especialmente en materia de gestión.

“El debate es una oportunidad para que Evelyn Matthei demuestre que garantiza mayor eficacia de gobierno y un triunfo más amplio en segunda vuelta”, señaló el presidente de la UDI, Guillermo Ramírez.

Matthei estará acompañada de su núcleo más cercano —entre ellos Cristián Torres, Carol Vargas y Juan Sutil—, además de los tres presidentes de partido de Chile Vamos (Ramírez, Rodrigo Galilea y Juan Manuel Santa Cruz), la líder de Demócratas Ximena Rincón, y la exministra Mariana Aylwin.

Kast: reforzar el voto útil

Desde el comando de José Antonio Kast se preparan para un debate sin ataques directos. La instrucción es simple: hablarle al electorado y no a los contendores.

A pocos días de la elección, el abanderado del Partido Republicano insistirá en los pilares de su campaña: seguridad, economía, inmigración y empleo.

“Hay dos mensajes clave: decirles a los chilenos que Chile puede volver a ser el país más seguro de Latinoamérica y llamar a concentrar el voto opositor en Kast para asegurar el paso a segunda vuelta”, explicó el presidente del Partido Republicano, Arturo Squella.

El desafío del republicano será mantener el control del eje de seguridad, su principal fortaleza, y evitar fugas hacia Kaiser, sin perder terreno frente a Matthei.

“Kast debe reforzar sus propuestas en seguridad, inmigración y economía, y tender puentes con los equipos de Matthei, Kaiser e incluso Parisi de cara a la segunda vuelta”, señaló el diputado José Carlos Meza.

El comando, fiel a su estrategia, buscará mantener los temas valóricos en segundo plano, evitando polémicas como la idea de indultar al exmilitar Miguel Krassnoff, planteada por Kaiser.

Kaiser: irrumpir en el tramo final

En el entorno de Johannes Kaiser la consigna es distinta: no cuidar posiciones, sino aprovechar la oportunidad. El libertario pretende irrumpir con fuerza en el debate y volver a instalar sus temas en la agenda, apostando por su tono frontal y desafiante.

Su equipo quiere repetir la fórmula del debate de la Archi, donde el candidato logró notoriedad con un discurso dirigido a los votantes desencantados con la política tradicional.

“A estas alturas, cualquier intercambio o cruce sirve”, reconocen en su entorno, convencidos de que un enfrentamiento con otro candidato puede fortalecer su imagen más que debilitarla.

Aunque aseguran que no buscarán el conflicto, tampoco lo evitarán si se presenta en pantalla.

Con estos tres enfoques sobre la mesa, el debate de Anatel se proyecta como el momento decisivo de la contienda: la izquierda busca mantener su ventaja, mientras la derecha libra, en vivo, su batalla por el liderazgo del bloque.

/psg