El presidente ruso Vladimir Putin mostró recientemente una mano visiblemente hinchada y dolorida, con venas prominentes, durante una aparición pública que volvió a encender las especulaciones sobre su estado de salud.

El mandatario, de 73 años, fue visto apretando la mano con incomodidad y rigidez durante un evento en una cancha de básquetbol, donde se dirigió a una multitud de seguidores. El video, grabado en la ciudad de Samara, lo muestra conversando con una activista de la salud sobre la prohibición de los cigarrillos electrónicos.

Lo que más llamó la atención, incluso antes del saludo, fue el puño cerrado y las venas hinchadas del presidente, una postura que generó sospechas bajo el masivo escrutinio público.

El video rápidamente se viralizó y provocó nuevas teorías sobre una posible enfermedad grave que podría estar afectando al líder del Kremlin, con conjeturas que van desde Parkinson hasta cáncer.

La hinchazón y la incomodidad de Putin fueron especialmente comentadas en Ucrania, donde cada gesto del jefe del Kremlin es seguido con atención. El medio Nexta difundió las imágenes con el mensaje: “Los usuarios de redes sociales están desconcertados por lo que le ocurrió a las manos del dictador ruso: se ven extremadamente doloridas”.

El exasesor del Ministerio del Interior ucraniano, Anton Gerashchenko, también se sumó a las especulaciones. “¿Qué les pasa a las manos de Putin en este video?”, escribió en redes sociales, añadiendo que “además de estar cubiertas de sangre hasta los codos, sus venas están muy hinchadas”.

Meses atrás, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski avivó los rumores al afirmar en una entrevista con Eurovision News que Putin “morirá pronto” debido a sus problemas de salud. “Él morirá pronto, y eso es un hecho. Todo llegará a su fin”, aseguró.

Rumores persistentes sobre enfermedades graves

En los últimos años, han circulado múltiples rumores sobre la salud de Putin, alimentados por su comportamiento público, ausencias en eventos clave y especulaciones de los medios internacionales.

Aunque el Kremlin mantiene un estricto control sobre la información de su estado físico, las dudas se han intensificado debido a incidentes que han generado preocupación tanto en Rusia como en el extranjero.

Entre los rumores más recurrentes figuran cáncer, trastornos neurológicos y Parkinson. Si bien el Kremlin ha negado repetidamente estas versiones, las apariciones públicas del presidente han seguido alimentando las sospechas.

En abril de 2022, poco después del inicio de la invasión de Ucrania, Putin fue grabado en una reunión con su ministro de Defensa, Sergei Shoigu, mostrando una postura rígida y expresiones faciales inusuales. En otras ocasiones, fue visto apoyado en mesas o caminando con dificultad, lo que algunos interpretaron como signos de problemas de movilidad.

Las versiones sobre Parkinson cobraron fuerza tras estos episodios, aunque nunca se confirmó ningún diagnóstico.

En 2023, las especulaciones aumentaron cuando Putin faltó a varios eventos importantes, incluyendo las celebraciones de Año Nuevo. En sus posteriores apariciones, mostró signos visibles de fatiga, postura inusual y temblores en las manos, lo que llevó a varios medios internacionales a cuestionar el deterioro de su salud.

Pese a los rumores, el Kremlin ha mantenido un riguroso silencio sobre el tema y ha insistido en que Putin goza de buena salud, desmintiendo de manera categórica las versiones sobre una posible enfermedad grave.

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