El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, defendió este miércoles la legitimidad de las operaciones militares contra embarcaciones vinculadas al narcotráfico en el Caribe y el Pacífico, asegurando que forman parte de una estrategia de protección de la seguridad nacional estadounidense.

Desde Niagara-on-the-Lake, donde concluyó la reunión del G7, Rubio negó las supuestas tensiones con aliados europeos surgidas tras publicaciones sobre el intercambio de inteligencia y la legalidad de las acciones militares.

“No ha cambiado nada que impida la capacidad de Estados Unidos para actuar. Seguimos manteniendo una asociación muy sólida con el Reino Unido”, afirmó Rubio, al descartar un cese en la cooperación británico-estadounidense respecto al monitoreo de embarcaciones sospechosas.

El jefe de la diplomacia estadounidense explicó que, durante la agenda oficial del G7, ningún país planteó inquietudes ni debatió el tema de la campaña militar antidrogas en el Caribe.

“Nadie lo discutió conmigo. Nadie en la reunión lo discutió. Quizá lo hablaron entre ellos, pero no fue tema en ninguna de las reuniones que sostuvimos”, insistió.

Frente a las preguntas sobre la postura europea en materia de derecho internacional, Rubio defendió la autonomía de Washington para definir su política de defensa.

“No creo que la Unión Europea pueda determinar lo que es la ley internacional. Desde luego, no puede decidir cómo Estados Unidos protege su seguridad nacional”, recalcó.

Una campaña contra el narcotráfico y regímenes ilegítimos

Rubio advirtió sobre los riesgos del tráfico de drogas en la región, al que describió como una industria que inunda nuestro país con heroína, cocaína y fentanilo.

Según el secretario de Estado, el despliegue militar norteamericano ha contribuido a reducir el número de embarcaciones ilegales en las rutas marítimas del Caribe y el Pacífico.

“Ya hemos visto menos narcolanchas en ambos escenarios”, aseguró.

El funcionario también señaló al régimen de Nicolás Maduro como una organización criminal con estructura de narcotráfico, subrayando que el mandatario venezolano está acusado por la justicia estadounidense.

“No tienen un gobierno legítimo, es una organización de narcotráfico. El problema central es que el jefe de ese régimen ilegítimo está acusado por la justicia estadounidense. Esta es una operación concreta contra el narcotráfico”, puntualizó Rubio.

Las operaciones estadounidenses han resultado en la destrucción de unas veinte embarcaciones y en muertes confirmadas desde septiembre. Sin embargo, algunos gobiernos y organismos internacionales han cuestionado la legalidad de las acciones, expresando preocupación por el uso de la fuerza y el respeto a los tratados internacionales.

Rubio rechazó esas críticas y calificó de incoherente la postura de ciertos aliados europeos.

“Resulta curioso que los países europeos solicitan misiles Tomahawk y defensa militar para proteger su territorio, pero objetan la presencia de un portaaviones estadounidense en el hemisferio occidental, donde vivimos”, remarcó, en alusión a la demanda europea de asistencia defensiva.

El G7 evita el debate sobre las operaciones militares

El G7, conformado por los ministros de Exteriores de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos, además de representantes de la Unión Europea y delegados invitados de Brasil, México, Ucrania, India, Arabia Saudita, Australia, Sudáfrica y Corea del Sur, no incluyó el tema en su agenda formal, según confirmó la ministra canadiense de Exteriores, Anita Anand.

“La legalidad de los ataques estadounidenses corresponde determinarla a Estados Unidos”,
señaló la ministra anfitriona.

Rubio reiteró la importancia de mantener el compromiso militar en la región y justificó la continuidad de las campañas bajo el principio de autodefensa frente a las amenazas que representan los carteles y los regímenes ilegítimos del hemisferio.

“La estrategia antidrogas de Estados Unidos no admitirá condicionamientos externos”,
subrayó, destacando el impacto visible en la reducción del flujo de embarcaciones traficantes.

/psg