El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que las Fuerzas Armadas “empezarán muy pronto” a detener a los narcotraficantes provenientes de Venezuela “por tierra”, tras asegurar que las operaciones navales contra el tráfico de drogas han logrado resultados significativos en el Caribe y el Pacífico. Las declaraciones fueron realizadas durante una llamada por el Día de Acción de Gracias con personal militar desplegado en el extranjero.
Trump señaló que “probablemente han notado que las personas ya no quieren entregar las drogas por mar, y empezaremos a detenerlos por tierra… es más fácil y va a comenzar muy pronto. Les advertimos de que dejaran de enviar veneno a nuestro país”. El mandatario no ofreció detalles sobre el alcance o la modalidad de estas operaciones terrestres.
Según el presidente estadounidense, desde el 1 de septiembre, las fuerzas militares han destruido más de veinte lanchas que Washington vincula con actividades de narcotráfico, la mayoría provenientes de Venezuela. “En semanas recientes, ustedes han estado trabajando para detener a los narcotraficantes de Venezuela, de los que hay muchos. Por supuesto, ya no hay muchos viniendo por mar”, afirmó.
Trump justificó los bombardeos y acciones navales con un argumento central: “Están mandando su veneno a Estados Unidos, donde matan a miles de personas al año”. Aseguró, además, que la campaña marítima ha tenido resultados significativos: “Ya estamos haciendo un montón. Casi la hemos detenido. Ya hemos detenido el 85 % por mar”.
Las declaraciones se producen en un momento de máxima presencia militar estadounidense en el Caribe, encabezada por el portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande de la flota. La operación incluye más de una decena de barcos, aviones de combate y cerca de 12.000 efectivos, con el objetivo de enfrentar a organizaciones de narcotráfico.
Días antes, Trump informó que aún no ha tomado una decisión sobre posibles ataques contra infraestructura venezolana o directamente contra Nicolás Maduro. Señaló que “podría hablar para salvar muchas vidas”, frase que generó reacciones en Caracas. El fiscal general del régimen, Tarek William Saab, calificó como “bienvenida” una eventual conversación con ese enfoque.
Crisis aérea se profundiza tras revocación masiva de permisos
En paralelo, el régimen de Nicolás Maduro revocó este miércoles las concesiones de vuelo de Iberia, TAP, Avianca, Latam Colombia, Turkish Airlines y Gol, acusándolas de “sumarse a acciones de terrorismo de Estado” presuntamente promovidas por Estados Unidos y de suspender vuelos de manera “unilateral”. La medida fue anunciada por el Ministerio de Transporte y el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC).
La decisión llegó tras el vencimiento del plazo de 48 horas otorgado por la dictadura a las compañías para reanudar sus operaciones, período que terminó sin que ninguna aerolínea retomara sus rutas. “Si en 48 horas ustedes no reanudan los vuelos, no los reanuden más”, advirtió el ministro de Interior, Diosdado Cabello, al justificar la medida.
Las empresas habían suspendido sus servicios luego de que la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) emitiera una advertencia recomendando “extremar la precaución” al sobrevolar Venezuela y el sur del Caribe, debido a un escenario considerado “potencialmente peligroso”.
Cabello defendió la decisión al asegurar que el gobierno venezolano mantiene control absoluto sobre su espacio aéreo. “El Gobierno de mi país decide quién vuela y quién no. El Gobierno se reserva el derecho de admisión”, afirmó durante su programa Con el mazo dando, transmitido por VTV. Añadió que la medida responde a una política de “defensa de la soberanía” frente a supuestas presiones externas.
En ese mismo espacio televisivo, el dirigente chavista endureció el mensaje: “Quédense ustedes con sus aviones y nosotros nos quedamos con nuestra dignidad, y listo, no hay problema”. También reiteró que el régimen no aceptará que compañías internacionales ajusten sus operaciones en función de advertencias o decisiones de otros gobiernos u organismos extranjeros.
El conflicto agrava el aislamiento aéreo de Venezuela en un contexto de creciente tensión militar, sanciones económicas y una crisis interna que se profundiza.
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