Carlos Ramos Rivera, exfutbolista (militó en clubes tales como Audax Italiano, Universidad de Chile Deportes Iquique, Cobresal, Unión La Calera y Santiago Morning), integró la Selección olímpica de Chile que participó en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984. Como entrenador dirigió a Santiago Morning.. Fue presidente del Sindicato de Futbolistas Profesionales de Chile entre 1994 y 1997. Desde 2018 es el Presidente del directorio del Colegio de Técnicos de Chile.
Con él conversamos para que nos entregue su visión sobre este problema que nos preocupa como sociedad: Juventud y violencia: ¿por qué los jóvenes se suman a las barras bravas y cómo detectar si esto es una señal de alerta?
Les recordamos que esta entrevista fue posible gracias al gracias al financiamiento del Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social del Gobierno de Chile y del Consejo Regional de la Región Metropolitana
- Carlos, en la presentación decía que llevas varios años como presidente de los entrenadores. ¿Más o menos cuántos?
“En noviembre acabo de cumplir 7 años. Nos queda un año de mandato porque este es el segundo periodo de cuatro años y después de esto vamos a ver que pasa. Los estatutos no dicen nada al respecto, por lo que perfectamente podría seguir por un tiempo más, pero nosotros también estamos viendo un recambio que siempre es necesario. Por lo mismo, hemos ido agregando gente joven a la directiva para ir traspasando de a poco el mandato, dejar el legado. Afortunadamente las cosas creo que se han hecho muy bien, lo digo humildemente y la prueba es que en la elección última me pidieron continuar. En la oportunidad. yo le dije que si había unanimidad continuaba. Y así fue. En una elección que se hizo a manos alzadas no hubo ningún asistente que se opusiera”.
¿Qué pasa si al final del período actual te vuelven a pedir lo mismo?
“No lo se, pero de verdad pienso que necesitamos recambios. Necesitamos gente nueva que siga con esta idea y que en el fondo mantenga el nivel que estamos teniendo, que nos tiene muy contentos de lo que estamos haciendo el día de hoy. Vamos a ver que sucede en su momento”
Siempre has tenido esta veta gremialista, porque también fuiste presidente del Sindicato de Futbolistas Profesionales, el SIFUP.
“Claro, desde el colegio tuve esa aptitud para liderar. Y en el SIFUP estuvimos en una época muy difícil. Eso lo recuerdo. Nosotros teníamos la vara muy alta por lo que había hecho la directiva anterior a la nuestra, con Benjamín Valenzuela y Adolfo Nef entre otros. Fue una época muy dura, con muchas huelgas, para paralizaciones del fútbol, sueldos impagos, reuniones interminables en el Club México, tiempos muy difíciles. Por suerte yo venía preparado, porque normalmente fui capitán en los equipos que estuve y con los dirigentes de los clubes había que negociar todo, porque los contratos no se respetaban. Formamos una directiva de gran peso con Mario Salas y Carlos Soto, con quienes hasta el día de hoy sigo siendo muy amigo. Nos tocó enfrentar la huelga más larga del fútbol chileno, la del año 97 y en más de una oportunidad pensamos en renunciar porque veíamos que chocábamos con un muro y no se avanzaba nada. Los que nos motivaron a seguir hasta el final fueron Fernando Riera, Arturo Salah, Manuel Pellegrini, Ignacio Prieto. Siempre nos apoyaron y posteriormente fueron también los que me ´pidieron que continuara a cargo del Colegio de Entrenador para mantener viva esta institución. Y a ellos no les podía fallar, por eso estamos aquí”.
¿Has seguido en contacto con algunos de esos próceres que mencionaste?
“Si, por supuesto, salvo don Fernando que lamentablemente ya no está con nosotros. De hecho, la última visita que tuvimos para dar una charla en el Colegio de Entrenadores fue Mauel Pellegrini, a mi juicio el mejor entrenador chileno de todos los tiempos. Recuerdo que dejó muy sorprendidos a varios de los asistentes, cuando dijo que era una obligación para él estar ahí con nosotros. Que lo diga una figura mundial como es él resulta un envión muy grande y te dan fuerzas para continuar”.
Qué destacarías de tu trabajo en el Colegio de Profesores
“Nosotros recibimos un colegio de una forma y en base a eso estamos muy contentos con lo que hemos hecho. Nos fuimos por el lado de la capacitación, del estudio. Hemos capacitado casi alrededor de tres mil personas porque creemos firmemente que hay que educar para que a su vez los adultos eduquen a los niños, me refiero a los nuevos jugadores, a los nuevos profesionales. Y en eso hemos estado. Creemos que eso se inicia en la base de la pirámide y hemos capacitado a mucha gente a través de todo Chile con profesores de primer nivel que tenemos César Bacha, Roberto Álamos. Para trabajar con los arqueros está Eduardo Asargado, que está en Arabia Saudita en estos momentos. Tomás González, que está en la Universidad de Chile, Juan Carlos Gutiérrez, un experto en la materia. Entonces nos hemos rodeado de gente buena, de buenos docentes. Y eso ha tenido efectos positivos. Cuando yo llegué teníamos 40 socios y ahora tenemos 150. Se ha incorporado mucha gente joven, mucha gente que viene del INAF que busca la otra parte, la parte vivencial que no le enseñan en el INAF”
- Volvamos atrás en el tiempo: tú jugaste en Universidad de Chile, uno de los clubes que tiene una de las barras más bravas del país, junto con la de Colo Colo. Eso fue en el año 94. ¿En ese momento ya comenzaba a vislumbrarse lo que venía con las barras?
“Qué buena la pregunta que me haces, porque creo que coincidí con eso. Yo recuerdo cuando yo firmé en la U, me fui con Héctor Díaz de Audax Italiano. No se si lo recuerdas, pero llegamos juntos con Mariano Puyol, Pablo Pieto, Pedro González, entre otros. Yo venía de un club que tiene una relación más bien familiar con la gente, la barra y los dirigentes. Llegamos a la U y nos encontramos con una institución donde ya se vislumbraba que esta relación era muy distinta. Que a la barra se le daba mucha más importancia. No se si te acuerdas, pero el doctor Orozco que era el presidente del club creo una escuelita “para los niños”, como él los llamaba. Hasta había, si mal no recuerdo un en la rotonda Departamental y que se perdió por un problema judicial. En ese año el jefe de la barra era Eduardo Martínez, el popular “Chuncho” Martínez. Había también una niña que se llamaba Gladys, no me acuerdo el apellido, pero trabajaba como secretaria en el club. Te estoy hablando de la barra oficial de la Universidad de Chile y tenían un muy buen comportamiento, era como una barra de colegio, livianita, no era violenta para nada. Sin embargo, de repente y no sé porque razón esa barra se empezó a disgregar y empezaron a aparecer como una fracción oponente a Chucho Martínez. Se ubicaban debajo del tablero marcador en el estadio Nacional, por eso se les llamó “Los de Abajo” y de a poco fueron tomando peso, creciendo en demasía y opacando a la barra del Chuncho Martínez, que se fue quedando solo. Creció tanto ese grupo que se tornó en un botín muy preciado para algunos, para manejar otro tipo de cosas dentro de la barra, porque era mucha gente joven e influenciable la que participaba”.
Carlos, cuando hablamos de otras cosas, derechamente estamos hablando de cosas prohibidas, es decir, droga, alcohol y un montón de manejos turbios, incluso de venta de entradas y cosas así. Es decir, derechamente estamos hablando de delincuencia.
“Si correcto, pero hay que ser justos y señalar que al comienzo “Los de Abajo” eran una barra muy bonita, daba gusto verla porque le aportaba colorido al espectáculo y nunca dejaban de alentar al equipo. Pero después, fueron aparecieron los muchachos del bombo y con ellos los líderes de esa barra nueva que terminó por hacer que desapareciera la barra del Chuncho Martínez. Y por ahí empezó a meterse gente que no tenía los papeles muy limpios.”
¿Y comenzaron a aparecer los hechos violentos a los estadios?
“Así es, que fue aparejada con otro tema, porque esos nuevos líderes encontraron que podían manejar un tremendo negocio y comenzaron a presionar a la directiva para para cuánto se llama para tener el ingreso libre al estadio y a hacer un negocio con la venta de entradas que les otorgaban. De a poco empezó a correr mucho dinero, porque manejar las entradas daba poder ante los jóvenes que comenzaron a integrarse a Los de Abajo, hasta el punto de que ya copaban todo el sector sur del estadio Nacional”
Justamente ese es un tema que estamos investigando en este proyecto: ¿porqué esa barra Los de Abajo, tal vez la primera barra brava que se conoció en Chile, resultó tan atractiva ´para los jóvenes?
“Creo que tuvo que ver con la época que atravesaba el país, porque eran jóvenes que habían crecido en dictadura durante el gobierno militar. Necesitaban una vía de escape para poder gritar, hacerse sentir, ser parte del poder. Esa posibilidad se la dio la barra y por eso se incorporaron masivamente”
¿A ti, como jugador o como entrenador, te tocó enfrentarte o ser intimidado por la barra?
“Afortunadamente nunca tuve problemas en ese sentido. Pero recuerdo que hubo casos emblemáticos, por ejemplo el de Carlos Muñoz, al que derechamente lo apretaron los de la Garra Blanca y eso le costó a la postre la salida de Colo Colo. Y tenemos el caso actual en el mismo Colo Colo, de Esteban Pavez, que no lo dejan en paz en redes sociales por haber dicho una vez que no le gustaba los arengazos, desde ahí todos piden que lo echen del club. Bueno, ya sabemos que de capitán pasó a ser suplente y no sabemos si seguirá el próximo año en el club. Eso te demuestra el poder que tiene la barra, lamentablemente”
Si, tanto que en el estallido social las barras fueron usadas como parte de la llamada Primera Línea. En consecuencia, lograron su propósito que era ser reconocidos por su violencia y su poder de amedrantamiento. Por lo mismo, derechamente se impusieron por miedo, amedrantamiento y los dirigentes terminaron agachando el moño
“Eso es absolutamente cierto. Está claro que hay presiones, amenazas, que hay peligro, que hay temor a la barra, porque muchos de los que manejan las barras bravas son individuos que tienen antecedentes delictuales, gente peligrosa y que fueron siguiendo el mal ejemplo de Argentina, donde las barras hacen lo que quieren y son amparadas por los dirigentes. Vimos lo que sucedió en el partido entre Independiente – Universidad de Chile, donde por milagro no murió nadie en el estadio. Y los dirigentes del club argentino le dieron vía libre a los desalmados para que procedieran como lo hicieron”.
Otra cosa grave y evidente es que ingresó muy fuerte el narcotráfico también, lo que es otro motivo
“Es como te dije al principio de la conversación. Dominar una barra se transformó en un gran negocio y campo fértil para los narcotraficantes. ¿Cuántos consumidores potenciales tienes a tu disposición?? Diez mil, quince mil jóvenes, está claro que pueden hacer el negocio del siglo. Por lo mismo, las disputas internas, incluso a cuchillazos y en el mismo estadio. “Violencia extrema y dentro y fuera del estadio”.
Fuera del estadio especialmente, ya ves lo mal que lo pasa la gente que vive en Macul o en Ñuñoa
“Así es y se entiende por lo mismo que Universidad Católica no acepte la presencia de hinchas visitantes en su nuevo estadio. Porque ellos, más o menos confían en su gente y saben que no van a hacer destrozos ni en el Claro Arena ni en los alrededores. Pero no pueden asegurar lo mismo si llegan hinchas de otros clubes. Por eso mismo, aunque no es una medida que nos guste, está claro que hoy por hoy resulta imposible jugar con público visitante”.
¿Qué papel debieran jugar las autoridades en este tema?
“Mira, yo opino sin ningún color político o ideología que me condicione. Pero estoy absolutamente decepcionado de lo que han hecho las autoridades. Porque se limitan a relatar los hechos. Vamos a hacer esto, vamos a prohibir esto, aplicaremos la ley para los tipos que invadan la cancha. Y después no pasa nada, se olvidan del asunto hasta que vuelve a ocurrir otro hecho grave, pero nunca ofrecen una solución consistente. Estadio Seguro, el delegado presidencial, da lo mismo. Los mejores relatores del problema y nos repiten lo que todos ya sabemos. Pero no hacen nada para solucionarlo”
¿Hace falta mano dura?
“Hace falta aplicar la ley como corresponde. Y si no existen las leyes suficientes, crearlas. Yo tuve la suerte de estar en Canadá, en Estados Unidos, para las Olimpiadas, hace ya varios años. Y ya en ese entonces no te dejaban pasar una. Y la gente lo entendía y lo aceptaba de buena manera, porque sabía que era por su propio bien. Hablamos con muchos chilenos que iban al estadio, pero si se tomaban, aunque fuera una cerveza previamente, no iban en su propio auto, porque sabían que los iban a controlar y no iban a poder entrar. Ni hablar si consumías drogas, te hacían el test y terminabas preso”
Además que en esos países se respeta a la autoridad, o si no pobre de ellos
“Exacto, porque la policía además es muy fuerte y está respaldada para hacer valer su autoridad y reprimir a quienes se pasan de la raya. ¿Qué tenemos en nuestros estadios? Guardias privados, con un chaleco amarillo y sin nada para defenderse. La mayoría, incluso, son jubilados, muchos de ellos señoras de edad que no se van a arriesgar. Y es lógico que así sea por lo demás por parte de ellos. Y los matones de las barras hasta los miran con desprecio y por supuesto que no los respetan para nada. Mucho menos les temen por supuesto”.
Esto por lógica ha ido ahuyentando a la gente de los estadios
“Lógico, especialmente a las familias y a las personas de más edad. ¿Quién va a querer arriesgarse a que de la nada te llegue un balazo o al menos un piedrazo? Prefieren quedarse viéndolo con tranquilidad n su casa por televisión. Ahora, que vayan o no vayan a los de la barra les da exactamente lo mismo, porque no son su público objetivo para venderles entradas o drogas. Más aún, le facilitan el camino que la gente decente se vaya ahuyentando”
Tú mencionaste aquel tristemente famoso partido jugado en Avellaneda entre Independiente y Universidad de Chile. En aquella oportunidad, los dos entrenadores manifestaron, sin ponerse de acuerdo, que sintieron temor por su seguridad y la de sus familias al ver lo que estaba pasando en las tribunas. Me llamo la atención, porque ustedes los entrenadores por lo general no se han manifestado públicamente con esa sinceridad que lo hicieron Álvarez y Vaccardi
“Fue muy bueno e importante lo que dijeron ambos en esa oportunidad. Porque el entrenador está tan expuesto como los jugadores a sufrir una desgracia en una cancha. Además, es un secreto a voces que los dirigentes utilizan a las barras bravas para amedrentar a los entrenadores para que renuncien, cuando quieren echarlos y no pagarles ni uno. No se si te acuerdas, pero a mediados de años nosotros hicimos una declaración como colegio respaldando a Jorge Almirón, que había sido amenazado cuando no quería terminar su contrato con Colo Colo en los términos que pretendía Blanco & Negro. El propio Almirón nos agradeció, lo expusieron a una situación grave y peligrosa. Que se entienda, no nos metemos si un técnico ha obtenido buenos o malos resultados con su equipo y si merece continuar o no en la banca, porque eso lo determina y lo resuelve cada club. Pero no nos parece que se los intimide a los entrenadores de ese modo, que lo expongan a que un desalmado lo ataque y le provoque lesiones e incluso que ponga su vida en peligro”
Tú tienes muy buenas relaciones con la con las autoridades de la comuna de Macul, porque el alcalde es un exentrenador. ¿Cómo ven ellos lo que sucede en los alrededores del estadio Monumental?
“Bueno, si analizamos la ubicación del estadio de Colo Colo, obviamente que desde el inicio a lo mejor la decisión debería haber sido otra. Si vemos a nivel mundial, normalmente los estadios de los equipos más populares están en los alrededores de la ciudad y no en un barrio residencial como ocurre con el Monumental, que está en un sector poblacional que en su gran mayoría vive ahí desde antes de la construcción del estadio. Antes vivían muy tranquilos y no tenían problemas. Ahora es distinto, porque el comportamiento de la gente que va al estadio de Colo Colo difiere muchísimo de lo que era antes y después de su inauguración. Claro que es un tema que hemos conversado con Eduardo Espinoza que es el alcalde y obviamente para la Municipalidad es un problema muy grande, porque ellos deben velar por sus vecinos. Pero se encuentran con las manos atadas si el Gobierno central no hace nada y lo que es peor no se ve voluntad real por hacer algo”
Carlos, se nos estaba acabando el tiempo, . Si tú tuvieras que sugerir una solución para este tema de la violencia en las barras y la mala influencia en la juventud,¿ por dónde crees que pasaría esa solución?
“Porque alguien se atreva a ponerle el cascabel al gato. Por que se terminen los lazos entre dirigentes y barristas y dejen de utilizarse los unos a los otros. Y lo segundo y muy importante es que los clubes se decidan a invertir en tecnología de punta. Que haya un sistema como el que se emplea en muchos países desarrollados para saber quien entra y quien sale de los estadios y que lleva y que no lleva. Que se haga una barrida, como se ha hecho en algunas poblaciones, para eliminar absolutamente a los narcotraficantes. No puede ser que en el deporte que representa absolutamente lo contrario se utilice los espectáculos para comercializar droga y envenenar a la juventud. Que los jóvenes sigan sintiéndose atraídos por ir al estadio, es una tremenda noticia, pero que lo hagan para delinquir es lo peor que nos puede suceder”.
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