Una tormenta geomagnética mantiene en alerta a organismos internacionales luego de una erupción solar de gran magnitud registrada el pasado fin de semana. La NASA confirmó que su Observatorio de Dinámica Solar detectó el fenómeno el domingo 30 de noviembre a las 21:49 (hora del este de EE. UU.), cuando se observó un destello de clase X1.9, uno de los más intensos en la escala de actividad solar.

Impacto inmediato

De acuerdo con un reporte de CBS News, la explosión provocó interrupciones momentáneas en las comunicaciones de radio en Australia y el sudeste asiático. Las erupciones solares de clase X corresponden a la categoría más fuerte en la escala científica. En este caso, el evento se originó en la región solar AR4299, un grupo de manchas solares de reciente aparición.

Riesgos y advertencias

La NASA subrayó que estas explosiones representan abruptas liberaciones de energía capaces de afectar:

  • Sistemas de comunicaciones
  • Redes eléctricas
  • Navegación satelital
  • Seguridad de astronautas y naves espaciales

Ante la magnitud del fenómeno, el Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) de la NOAA emitió una alerta por tormenta geomagnética para el jueves 4 de diciembre. Aunque la eyección de masa coronal (CME) asociada no se espera que impacte directamente la Tierra, la NOAA advirtió que el plasma solar podría generar “efectos menores y manejables en ciertos sistemas tecnológicos”.

Posibles efectos visibles

Las tormentas geomagnéticas ocurren cuando el material expulsado por el Sol interactúa con el campo magnético terrestre, lo que puede derivar en fallas eléctricas y problemas de navegación. La NOAA indicó que entre el 1 y el 5 de diciembre se espera un incremento en la actividad solar, ya que la mancha AR4299 estará orientada hacia la Tierra. Uno de los efectos más notables podría ser la visibilidad de la aurora boreal en zonas septentrionales de EE. UU., desde Nueva York hasta Idaho, aunque una tormenta invernal podría dificultar la observación.

Monitoreo constante

La NASA enfatizó que “las erupciones y las eyecciones de masa coronal pueden afectar las señales de radio, las redes eléctricas y los sistemas de navegación, además de generar riesgos para las naves y los astronautas”. El organismo recomienda consultar el sitio oficial de la NOAA para acceder a alertas y pronósticos actualizados sobre el clima espacial.

Vigilancia científica

“El estallido energético observado el 30 de noviembre destaca la necesidad de un monitoreo continuo de la actividad solar”, señaló la NASA en informes citados por CBS News. Actualmente, la comunidad científica mantiene una vigilancia activa sobre la región AR4299, que podría generar nuevos episodios con impacto directo o indirecto en infraestructuras terrestres y sistemas satelitales. La alerta se mantendrá vigente hasta que la actividad solar disminuya.

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