Espacio interestelar. En el vasto silencio del universo, un cometa parece haber encontrado su propio ritmo. Se trata de 3I/ATLAS, descubierto en julio de 2025, que ya es considerado por los astrónomos como el cometa más extraño del vecindario interestelar.
Con una forma irregular, una composición poco común y una velocidad que lo asemeja más a una nave espacial que a un bloque de hielo errante, este cuerpo celeste ha despertado fascinación y misterio.
Un pulso luminoso cada 16,16 horas
El nuevo enigma que rodea a 3I/ATLAS es la emisión de un pulso luminoso perfectamente sincronizado cada 16,16 horas, fenómeno que algunos científicos han bautizado como el “latido cósmico”.
Según el astrónomo de Harvard Avi Loeb, este comportamiento podría deberse a una gran bolsa de hielo ubicada en uno de los lados del núcleo del cometa. Cada vez que esa zona se orienta hacia el Sol, se activa un chorro de gas —conocido como “anticola”— que infla la coma (la nube gaseosa que rodea al cometa) y provoca un brillo repentino.
En otras palabras, cada 16,16 horas, el cometa exhala una bocanada cósmica, liberando gas y polvo como si se tratara de una respiración programada por el universo.
Hipótesis científicas y posibles interpretaciones
La frecuencia del pulso coincide exactamente con el periodo de rotación del cometa, lo que le otorga una precisión casi mecánica.
Loeb sugiere que observar este fenómeno con cámaras de largo seguimiento, como las del telescopio James Webb, podría ayudar a determinar si el patrón tiene un origen natural o artificial. En sus propias palabras: “Una película que muestre el brillo periódico de los chorros podría ayudar a distinguir si son naturales o tecnológicos”.
¿Criovulcanismo interestelar o algo más?
Los investigadores se preguntan si estamos ante una forma exótica de criovulcanismo interestelar, o si se trata de un fenómeno que desafía la comprensión actual de los cometas.
Además de su pulsación precisa, los datos revelan que los chorros de gas alcanzan velocidades de hasta 440 metros por segundo, una cifra impresionante incluso para estándares astronómicos.
Ciencia y ciencia ficción se cruzan
El cometa ha sido comparado con un “iceberg de metal y carbono viajando por el océano cósmico”, una imagen que parece sacada de una película de ciencia ficción.
Mientras los científicos se preparan para estudiar más de cerca el misterioso ritmo de 3I/ATLAS, los entusiastas del espacio —y los amantes de las teorías cósmicas— ya tienen nuevo material para especular.
Por ahora, lo único claro es que este cometa no solo gira… también palpita.
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