Mientras Colo Colo aún no resuelve la continuidad del técnico Fernando Ortiz, en Macul ya comenzó la toma de decisiones estructurales para definir el perfil del plantel que competirá en la temporada 2026. Aunque el futuro del entrenador sigue en evaluación, dentro de la dirigencia existe un consenso claro respecto a los jugadores que deben dejar el club para abrir paso a una renovación profunda.

En el plano económico, el club espera capitalizar a dos de sus principales activos: Lucas Cepeda y Vicente Pizarro, cuyas eventuales ventas contribuirían a financiar el rearmado del plantel. Pero, paralelamente, existe un grupo de futbolistas que no forma parte del proyecto deportivo para el próximo año y que conforman la denominada “lista negra”.

Los seis jugadores que no seguirían en Colo Colo

Según los últimos reportes, la lista de prescindibles asciende a seis futbolistas, varios de ellos con contrato próximo a vencer. Entre los nombres destacan Emiliano Amor, Mauricio Isla y Sebastián Vegas, este último cedido por Monterrey sin opción de compra y cuyo retorno al cuadro mexicano parece inminente.

A este grupo se suma el caso del lateral Óscar Opazo, quien habría llegado a un acuerdo con Colo Colo para finalizar anticipadamente su contrato —vigente hasta 2026—, en un movimiento que responde tanto a la reestructuración del plantel como a la necesidad del jugador de encontrar nuevos aires. Su próximo destino podría estar en Palestino, club que ya manifestó interés en contar con sus servicios.

El caso Salomón Rodríguez: inversión frustrada y salida en evaluación

Otro nombre que el club busca reubicar es el del delantero uruguayo Salomón Rodríguez, uno de los refuerzos del centenario que nunca logró consolidarse. Su rendimiento, muy por debajo de lo esperado, lo deja fuera del proyecto albo: solo tres goles en 26 partidos, pese a que Colo Colo desembolsó 1,2 millones de dólares por el 50% de su pase a Godoy Cruz.

Su futuro podría estar nuevamente en el fútbol argentino, donde Huracán habría mostrado interés en incorporarlo mediante un préstamo.

Con decisiones pendientes y un rearmado que podría tocar varias áreas del equipo, Colo Colo se prepara para un 2026 marcado por ajustes claves, ventas estratégicas y la necesidad de encontrar un rumbo futbolístico más sólido que el exhibido en la última temporada.

/José Pablo Verdugo