El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aseguró este miércoles ante el Consejo de la Federación —la Cámara Alta del Parlamento ruso— que Moscú no tiene intención de entrar en guerra con Europa, aunque responderá de manera firme a cualquier acción considerada hostil, incluyendo el posible despliegue de contingentes militares europeos en Ucrania o la confiscación de activos rusos congelados en el extranjero.

No tenemos intención de entrar en guerra con Europa, ni se nos pasa por la cabeza tal idea. Sin embargo, responderemos a cualquier medida hostil […] y ya estamos preparados para ello”, afirmó el canciller, citando declaraciones previas del presidente ruso, Vladímir Putin.

Acusaciones contra Europa por frenar el proceso de paz

Durante su intervención, Lavrov acusó a varios gobiernos europeos de “frenar artificialmente el proceso de paz” en Ucrania. Según el canciller, Europa habría invertido “todo su capital político” en la confrontación con Rusia, empleando “las manos y los cuerpos de los ciudadanos ucranianos”.

Europa está frenando artificialmente este proceso, intentando por todos los medios incitar al supuesto líder ucraniano […] a continuar la lucha hasta el último ucraniano”, señaló, al tiempo que afirmó que los países europeos ya “no tienen suficiente dinero” para sostener dicha estrategia.

Occidente, dividido en torno al conflicto ucraniano

Lavrov también subrayó que Occidente no mantiene una postura unificada respecto a la guerra en Ucrania. Según el diplomático ruso, los acontecimientos recientes demostrarían estas discrepancias, mencionando las críticas realizadas por el presidente estadounidense Donald Trump hacia los gobiernos europeos.

De acuerdo con Lavrov, Trump habría denunciado que Europa “retrasa artificialmente” posibles acuerdos que podrían contribuir a una solución del conflicto, afirmando que dichos entendimientos permitirían abordar las “causas fundamentales” del problema.

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