Más allá de la pasión, las barras también funcionan como espacios de subsistencia económica. Entradas, viajes, comercio informal y favores configuran una red de incentivos.
Para jóvenes sin empleo estable, la barra ofrece ingresos, protección y contactos.
Autoridades han advertido que esta dimensión económica complejiza cualquier intento de erradicación.
No se trata solo de fanatismo, sino de supervivencia.
Ignorar este factor es desconocer una parte central del fenómeno.



- Esta noticia fue redactada utilizando los adelantos técnicos propios de este sitio web. Se acepta cualquier reproducción en otro medio, ojalá citando la fuente:www.eldiariodesantiago.cl



